Cualquiera
Desde entonces el niño, pues se trataba de un niño yuna niña, cuidó de su hermanita con esmero; pero vinieron días tristes, y otros habían de venir peores, aunque no pudieran preverlo los dos huerfanitos.
Éstos tenían un tío a quien no habían vistonunca. Vivía lejos, al otro lado de los mares; pero tan pronto como tuvo noticia de la muerte de su hermano, padre de los pequeños, apresuró su regreso y se presentó en su casa. Comprendió desde luegoque, habiendo muerto el padre, a poder de los niños iría todo el dinero, de suerte que si el tío conseguía desacerce de los dos hermanitos, la herencia iba a ser suya.
Y cuanto más pensaba en eldinero, tanto más se aficionaba a la idea de apropiárselo, hasta que vino a dar en un proyecto espantoso: matar a los niños y apoderarse de su fortuna.
Al efecto buscó a dos bandidos, a quienes pagó bien,para que se llevaran a los pequeños a un lugar solitario del bosque y allí los mataran.
Una hermosa mañana de sol, cuando el gorjeo de los pájaros era más alegre, se deslizáron los bandidossigilosamente por el jardín donde los niños estaban jugando y se apoderaron de ellos. Los malhechores eran robustos, fuertes y de tosco aspecto y maneras, de modo que los niños se sintiéron llenos de miedo;pero como les dijeran aquellos hombres que los enviaba su tío, los pequeños no se atrevieron a replicar. Llevándolos cogidos de la mano, los bandidos acompañaron a las inocentes criaturas fuera del...
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