Cuando el amor no basta

CUANDO EL AMOR NO BASTA: COMO CREAR UN CONTEXTO PARA EL CAMBIO

POR

RICHARD M.KAGAN Y SHIRLEY SCHLOSBERG

¿Qué estoy haciendo aquí?

Sigo a Joan por el pasillo acompañándola de vuelta a su sala de clases. De pronto, se da vuelta, me grita obscenidades, y levanta la pierna para golpearme en la ingle. Jane sólo tiene doce años y no es una pateadora especialmente eficiente, de maneraque escapé – al menos temporalmente. Pero dos preguntas se vislumbran: ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿De qué modo estoy ayudando a esta niña?

El niño nuevo en el hogar es AWOL (se ha escapado ) por tercera vez por varios días. Además, anoche, Sally, una niña de 14 años, atractiva y aparentemente de buenos modales, terminó en Urgencia después de ingerir 4 onzas de detergente para lavar – dejadoinadvertidamente sin llave en un mueble por una reemplazante temporal una de los últimas varias contratadas para limpieza a quienes se les puso término abruptamente a sus contratos. A William de trece años, le encanta trepar a los tejados de las casas y desafía a todos y a cada uno a que lo pillen. Mi supervisor está desanimado porque han sido programadas tres entrevistas para los próximos dos meses:con el Departamento Estatal de Servicios Sociales, el Departamento Estatal de Salud Mental y la Comisión Conjunta de Acreditación para Hospitales.

Como mi supervisor está preocupado con revisiones externas, parece que Jane, Sally y William tendrán poca atención. De manera que, ¿qué estoy haciendo aquí?

Este trabajo está dedicado a los educadores de niños que han dedicado su tiempo y energía alo que a menudo parece una tarea inútil y poco apreciada, como es trabajar con niños y familias con problemas crónicos y severos que se han hecho tan intensos que la propia seguridad del niño, de su familia o de la comunidad están en juego. En este trabajo se discuten un concepto y una práctica de estrategia que han probado ser valiosos en el trabajo con niños y adolescentes en las residenciasterapéuticas.

¿Cómo llegan hasta aquí?

Los niños y adolescentes referidos a una residencia terapéutica en el estado de Nueva York en la década de los 80 eran típicamente violentos, ya sea entre ellos o con otros. Muchos han experimentado el maltrato físico, el abuso sexual, y/o un descuido básico de sus necesidades. Esos niños comparten el terror que proviene de observar cómo su padre apuntacon una pistola cargada a su madre, de ver la cabeza de un hermano siendo aplastada contra la pared, o escuchar, pero teniendo que ignorar, los quejidos de la hermana que está siendo atacada por el tío o el pololo de la mamá.

A los niños que literalmente temen por sus vidas, o para el niño que ha sentido el vacío que acompaña al descuido, les queda poca energía para el desarrollo de habilidadessociales o académicas. En vez de ello, cada día se convierte en una reafirmación de sus temores primarios: abandono, aniquilación, o sensación de asfixia por una tremenda necesidad de cuidado y protección de sus padres o de un pariente.

Maslow (1962) escribió que el sentido de pertenencia es una necesidad más básica que la auto-estima o la auto-realización. Creemos que, mientras no sedesarrolle el sentido de pertenencia, no se pueden lograr la auto-estima y el auto-desarrollo. La desintegración de la familia, el rechazo de los miembros de la familia, la exposición al abuso sexual, y suma y sigue, son preocupaciones críticas para muchos niños en colocación, pero la lealtad a la familia (Boszormenyi-Nagy y Park 1984)y mantener el precario equilibrio de la familia se convierte en algomás importante que el desarrollo personal del individuo o su bienestar. Porque para los niños en colocación, el autodesarrollo puede significar arriesgar la pérdida de la identidad en la familia, acusaciones de traición, colapso de la familia y aislamiento de otros miembros de la familia. El valor del cambio debe ser balanceado en contra de la necesidad primaria de mantener conexiones en la...