Cuento CPU IUNA 2013

Amalia estaba esperando el hervor cuando, al ver por la ventana a una pareja de tórtolas, se dio cuenta: estaba sola hacía mucho tiempo y no podía establecer una diferencia futura posible. Sereprimió, se dijo a si misma que dejara de soñar, que con su hija Anita ya tenía suficiente y buscó algo para hacer.
Se dispuso a salir a comprar scones para el té y, aunque trató de pensar en otra cosa,la idea seguía fija en su cabeza. Tomó por la calle de siempre, como autómata, y se arrepintió a mitad de cuadra de no haber ido por otro lado y así despejar la cabeza. Tan ensimismada iba que no sedio cuenta de que ya estaba cruzando sin mirar y, como suele ocurrir en estos casos, fue embestida por un coche que apenas logró frenar mínimamente.
Amalia despertó sin entender mucho, entre nubosavisión pudo verse en los brazos de un fornido hombre y un olor a perfume caro que por poco la desmaya otra vez. El hombre se llamaba Horacio, era quien la había atropellado y, lejos de estar shockeado semostró seguro todo el tiempo. La levantó, la cargó en su auto y se encargó personalmente de llevarla a un hospital sin siquiera darle oportunidad de negarse. Los médicos la atendieron de inmediato,le dieron analgésicos y, a la espera de hacerle algunos análisis la instalaron en una cómoda habitación para que descansara, Horacio no se separó en ningún momento de ella y se aseguró que todos losgastos quedaran a su cuenta.
Lo que había empezado como un día cargado de nostalgia y soledad pronto se convirtió en algo totalmente opuesto, tenía a un hombre hermoso al lado y, al parecer, todo unhospital cuidándola. Amalia quedó embelesada se sintió querida otra vez y vio en Horacio renacer la llama del amor que tanto tiempo había permanecido apagada ¿Sería posible que, después de tantotiempo, el amor le ofreciera una nueva posibilidad?
La mirada se le perdía en la suya de ojos verdosos y profundos mientras comenzaban a conocerse y. Ella recordaba una vieja frase de telenovela que...