Cuento de Ciencia ficción
Jorge escuchaba las terribles noticias por la radio, le costaba creerlas. La tierra estaba siendo invadida por extraterrestres, naves gigantescas cruzaban los cielos.Ejércitos de extraterrestres avanzaban matando a todo humano que veían.
La casa de Jorge estaba ubicada en un lugar lejano, solamente se llegaba a escuchar lejanos sonidos de explosiones, naves, y ecos dealgunos gritos estremecedores.
Después de varios días todo permanecía en silencio, y en la radio ya no se escuchaba ninguna señal de vida existente.
- La cosa está fea, Chester, no nos queda de otraque refugiarnos -le dijo Jorge a su amigo, quien era un perro de raza San Bernardo.
Lo primero que encontró como escondite fue un pozo que algún día contenía agua, el pozo era profundo, parecía untubo angosto, Jorge bajó a su perro, hizo unos huecos para que entrara aire; obtuvo suficiente alimento enlatado y cosas que creía necesarias. Los primeros días los pasó en la oscuridad, tratando deescuchar qué pasaba afuera, y pensando que en cualquier momento podían aparecer los extraterrestres. Chester se adaptó a la oscuridad, y Jorge lo escuchaba y lo sentía caminar por el lugartranquilamente, como si nada hubiera pasado. A veces trataba de convencerse de que no lo iban a encontrar, pero volvía a sentir miedo y a concentrarse nuevamente.
Dormía muchas horas y solía despertar sinsaber si era de noche o de día. La acumulación de basura lo obligó a subir para arrojarlos. Primero asomó la cabeza, echó una mirada alrededor y comprobó que no había nadie, y arrojó la basura.Tras varios viajes a la superficie fue tomando confianza, y convenciéndose de que los invasores ya no estaban en la tierra. Subió a su perro y dio paseos con él, sin dejar de estar atento y vigilar portodas partes.
Una noche, en la absoluta oscuridad del pozo, despertó al sentir un extraño movimiento.
¡Chester!, ¿dónde estás? -dijo Jorge, mientras buscaba la linterna. Tocó algo peludo, era...
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