Cuento De Ciudad

Todas las tardes estábamos ahí. Ya era rutina, salir de la escuela, volver a casa a almorzar y dirigirme al refugio. Mi refugio era la plaza, la única plaza que tenia mi pueblo, rodeada por el centro comercial, la iglesia y la municipalidad. Mama decía que tenía que estar mas en casa, que con once años callejeaba mucho. Ella siempre pasaba a buscarme cuando empezaba a caer la noche, salía de laiglesia, de su evocación diario y volvíamos a casa. Todo parecía normal en mi vida, todo hasta esa tarde. Ángela y Teo eran mis compañeros de andanzas, pero habían pasado a ser colegas en nuestra investigación.
Era sábado, recuerdo que la temperatura era elevada. Era un día de todos modos raro, cerca de las cinco de la tarde la puerta de la iglesia que enfrenta a la plaza comenzó a llenarse degente, otra tarde de bautismo, pensé. Pero luego recordé que no era un bautismo común, mama me había comentado que bautizaban a la niña del intendente de la ciudad. Por cierto, persona muy desagradable a mi parecer, era además el padre de un compañero de colegio, de Rafael; y cuando íbamos a su casa de vez en cuando a jugar no nos brindaba ninguna simpatía. Si!, el sin duda estaba involucrado en elhecho. Con el sacerdote Julio entablaban una amistad de hace añares, otro implicado y sospechoso. Pero vayamos a la concreto e interesante. Para ser preciso, era 2 de febrero del año 88, como hacia mucho calor y la plaza estaba llena. Fuimos con los chicos nuestro escondite de los fines de semana, el techo de la municipalidad enfrentada a la plaza. Los fines de semana era común estar ahí, no nosgustaba jugar en la plaza con tantos niños, y además era entretenido estar ahí. Claramente si alguien hubiese llegado a encontraron las cosas no hubieran podido resolverse. Desde ese sitio se veía el patio trasero de la iglesia, anticipo que fue el lugar de desenlace de los hechos. Para las seis de la tarde ya todos estaban en la ceremonia, ahora si la plaza estaba desierta, como pocas veces. Lamayoría del pueblo bahía asistido, apoyando a su líder, hipócrita de por cierto. Testigos cercanos me comentaron los hechos sucedidos, mamá y la tía Flora, me ayudaron inconscientemente en mi investigación. La ceremonia transcurría de manera normal, la misa ya casi estaba terminando. Pero lo peor estaba a punto de ocurrir, cuando estaban por darle la bendición a la beba, esta comenzó a llorar,recuerdo que con el silencio de la misa nosotros desde el techo lo habíamos escuchado. La madre de la niña, la retiró del lugar a la beba, llevándola al patio trasero. La misa termino, pero los invitados aguardaban en la puerta la salida de la niña y los padres para darles sus felicitaciones. Pero eso nunca sucedió, la niña nunca salio. Desde nuestro trono habíamos observado todo. En el patio de laiglesia, que daba a la avenida Mitre, estaba la madre consolando a la beba de su llanto, el padre, el cura y los abuelos fueron incorporándose a la escena. La niña no paraba se llorar, hoy, después de diez años siento como si en ese momento algo presentía. La madre cargaba la niña, quizás fue casual que yo y mis amigos estábamos observando la situación pero con el llanto tan grave, era imposible nofijar la atención ahí. Cuando el Sr. Intendente cargo a la niña, poco duro en sus brazos. Fue una escena de película y a la vez duro pocos segundos, aunque lo recuerdo casi en cámara lenta. Un hombre, vestido neutral, era alto y robusto, quitó de sus brazos a la beba y huyó. En verdad corrió veinte metros hasta la calle donde un auto estaba esperándolo, nada habían podidos hacer, nada mas quegritar y llorar. La ciudad estaba conmovida, la hija del poderoso había sido secuestrada. La gente que estaba aguardando la salida de la beba, al enterarse de la noticia por el sacerdote, huyeron a sus hogares, con mucho temor por cierto. Yo, Ángela y Teo, estábamos en estado de shock, nuestro pueblo era muy tranquilo para que algo así suceda, sin duda algo raro estaba ocurriendo. Dejamos el techo y...