Cuento De Vampiros

Romance Gótico
El reloj marcó las 10:00 PM, sabía que tenía que salir de aquel lugar. Llevaba días allí, trancado en mi espacio sin conocimiento alguno de lo que sucedía en el exterior. Debo decir que la comodidad no era el problema, pues era un cuarto en el cual no penetraba la luz que era lo ideal debido a mi condición. Pero tenía sed, mucha sed. Era luna llena, lo cual hacía más carnales misinstintos naturales. Debía salir a cazar.

Se celebraba la noche de Brujas en el Roxbury, una velada perfecta en la cual podría darme el lujo de pasar por desapercibido y finalizar mi noche degustando de un banquete de glóbulos rojos. La ocasión era la ideal. Me puse mi traje más antiguo, el cual conservaba de hace algunos siglos atrás cuando me lo dió Drácula. Iba a ser la sensación de aquelfestín, capturando las miradas de inocentes jovencitas sin previo conocimiento de mis segundas intenciones. Me perfumé, me afilé los colmillos y salí de mi departamento.

Me paré en la acera para esperar un taxi, una brillante idea que se me ocurrió mientras afilaba, así podría probar una pequeña entrada antes del plato fuerte. Al poco tiempo, se detuvo el automóvil amarillo y procedí a entrar. Enun tono poco ronco, me preguntó:

“- ¿Hacia dónde se dirige?

“- Al Roxbury House. Calle 53, #125”-le respondí.”

Sin pronunciar otro monosílabo, aceleró en dirección al Roxbury. Me tomé el tiempo de analizarlo durante el recorrido. Promediaba algunos 50-60, pelo blanco, fumador en exceso (lo cual me hizo pensar que su sangre no era muy pura) en fin, pero era carnada fácil. Estando a dosesquinas del Roxbury House le dije:

“-Deténgase, por favor

“-¿Sucede algo?”-me respondió frenando el vehiculo.”

Y ahí fue cuando, sin más preámbulos, le perforé el lado izquierdo de su cuello, bebiendo la totalidad de su sangre.

Una vez finalizada, puse el letrero del taxi en fuera de servicio y salí actuando común y corriente. Caminé las dos esquinas faltantes y llegué al Roxbury. Lamúsica se oía a todo dar, disfraces de vampiros, brujas, calabazas, momias, todos presentes. Por mi deslumbrante disfraz me evité la fila y entré como si fuera toda una celebridad.

Cuando entré al Roxbury inmediatamente me dirigí al segundo piso con el fin de ver todas mis posibles víctimas. Observé todo tipo de bellezas en la pista de baile, pero una capturó mi atención. Era esta rubia de ojosclaros, más clara que una hoja de papel, algo parecido a mi tono. Llevaba un disfraz de bruja, el más atractivo a mi parecer. Sabía que tenía que acercármele.
Baje las escaleras rápidamente y penetré a la pista. Allí estaba. Era más hermosa en proporción a mi acercamiento. Jamás me había fijado tanto en una humana. Pero no podía olvidar mi objetivo, debía beber su sangre. Pasaron dos cancionescuando finalmente logré entrar en su pequeño grupo de amigas, y usé una línea algo común en la juventud de aquel siglo:

“-¿Que tal?

“-¿Quién eres?”-me respondió a la defensiva.”

“-Puedo convertirme en tu amigo”-le respondí sonriendo.”

“-No necesito amigos, de esos me sobran”-me dijo con cara de pesada.”

“-No como yo”-le dije como último intento.”

“-¿Y que tienes tu de especial?“-Ven conmigo, te puedo mostrar

Esperaba el “no” como respuesta, pues no se veía muy amigable. Sin embargo, agarró mi mano con confianza notoria, como si no tuviera nada que temer. Estaba paralizado, en todos mis años había visto ser igual. No duro mucho en decir:

“-¿Qué esperas?

Sin más decir salimos del Roxbury, algo totalmente desviado de mi plan. Caminamos hasta que logramos encontrar unparque para sentarnos. Al principio se notaba el silencio incomodo, no se me ocurría nada que decirle, pues mi única naturaleza era la de mi supervivencia. Poco después fuimos rompiendo el silencio y empezamos con monosílabos, que luego se tornaron en diálogos. Hablamos de todo un poco, y todo nos causaba risa, como dos tontos. Desconocía lo que estaba sintiendo, me sentiría que pertenecía a...