Cuento infantil
El conejo Pepito estaba feliz, acababa de tener una camada de 6 pequeños conejitos con su novia Sara.
Una mañana, iba caminando por elbosque buscando comida para la familia cuando se encontró una enorme bellota. Decidido a cogerla para llevársela como desayuno a Sara, se acercó a ella, cuando de repente oyó:- ¡Por favor, no me comas! – exclamó la bellota – si no lo haces y me ayudas te concederé el deseo que quieras.
- Yo solamente quiero alimentar a mi familia – dijo Pepito.
- Deacuerdo, te daré todo el alimento que necesites si excavas un pequeño agujero en el suelo, me entierras en él y me mojas con un poco de agua – habló la bellota.
- Vale, eso sílo puedo hacer – dijo el conejito – pero prométeme que mañana cumplirás mi deseo.
- Si mañana vuelves aquí mismo, verás tu deseo cumplido – dijo la bellota.
Entonces Pepitohizo lo que la bellota le había pedido y volvió a casa con unas pocas hojas para Sara, esperando poder llevarle algo mejor al día siguiente.
Pasó la noche, y muy temprano Pepitosalió de su madriguera hacia el lugar donde había quedado con la bellota. Cuando llegó al sitio nada había cambiado.
- ¡La bellota me ha engañado! ¿Y la comida para mi familia? –pensó enfadado.
Y de repente, el suelo tembló y de él salió un pequeño tallo verde que fue creciendo y creciendo hasta convertirse en un enorme roble.
- Amigo conejo – dijo elroble – has hecho posible mi sueño, ahora cumpliré tu deseo.
Alrededor de Pepito empezaron a caer un montón de pequeñas bellotas, tantas que no podía contarlas. Y, a partir deese día, su familia tuvo toda la comida que necesitaba y el conejo Pepito consiguió un gran amigo, aquella pequeña bellota que se había convertido en un enorme roble.
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