Cuento jesus david motta
* Iohan! Iohan!La voz se hacía cada vez más fuerte y clara, y repetía sin cesar
* Iohan!
Entonces, abrió sus ojos sin tenerlos serrados y el cubo desapareció dando lugar al rostro de su madre.
* Hijo, nodeberías estar camino al trabajo?
Estas pálido y sudando que te pasa?
* Nada mama, tienes razón, me he quedado dormido.
Aun sentía el olor a sangre y su ropa esta empapada en sudor.
Cuandoestaba en la ducha, se inquieto por la magnitud de su sueño
* Es solo un sueño- se dijo a sí mismo.
El resto del día fue igual a cualquier otro que recordara. Llego a su oficina y se sentó frenteal computador blanco (casi amarillo) después de darle a debida explicación a su jefe, el señor Antoni, por su retraso.
El señor Antoni, era a la vez que estricto, comprensivo y dejo que Iohancontinuara con su rutina teniendo en cuenta que era la primera vez que pasaba algo así. A pesar de esto Iohan lo odiaba, al igual que a todos sus compañeros de oficina y en general a toda la gente queconocía; este odio era el mismo que sentía casi por todo, pues todo le recordaba su rutina, su maldita rutina, esa que todo lo había convertido en la persona más aburrida que el conociera, y a pesar de esto,era lo único que podía hacer con su vida si quería que su madre siguiera viviendo, pues lo medicamentos que le daban a ella un poco de vida, eran demasiado costosos debido a la rareza de su...
Regístrate para leer el documento completo.