Cuento Lengua

Diversiones Macabras

Soy Valentina, tengo treinta años y vivo en Rosario. Al principio todo perfecto, me subí al avión y empezó el viaje, el cual duraba cuatro horas hasta llegar aMéxico.
Cuando llegue a la ciudad estaba muy desierta, como si hubiera ocurrido algo allí, intente averiguar pero no encontraba a nadie a quien preguntarle, camine todo el centro yencontré a un hombre, anciano, aproximadamente de un setenta y cinco años, y me dijo que me escondiera, que unos niños se estaban apoderando del lugar, no le di importancia y continué recorriendo, encontréun hotel, quise preguntar si tenía habitaciones disponibles, el hotel estaba totalmente vacío, las habitaciones, la recepción, el lobby, todo. Al darme cuenta que la ciudad estaba desolada, me dioescalofríos, una sensación extraña.
Abandone el hotel y me plante en la puerta, me concentre y comencé a sentir ruidos raros, di vuelta a la manzana y encontré a un grupo de niñosllevando arrastrado al mismo hombre que me dijo que me ocultara.
Tome un fierro que estaba en la calle y perseguí disimuladamente a ese grupo de pequeños. Ellos, lo llevaron al hombre casiagonizando hasta un teatro, al parecer, abandonado; entré detrás de ellos y observe pilas y pilas de hombres mayores, muertos, y se escuchaba en un tono muy fuerte las carcajadas de los niños y losgritos agonizantes de los hombres, al oir esto me quede en completamente en shock, no sabía qué hacer. Regrese al hotel y me oculte en un cuarto, en el último piso. La temperatura de mi cuerpo comenzó aaumentar, tenía calor y dolor de cabeza, mi cuerpo se desvaneció.
Horas después, no sé cuántas, desperté, ya era más de medianoche y sentía mucho hambre, tome el valor para bajar ycomida, algunos restos, lo que fuera; estaba hambrienta. Oi ruidos que provenían de la calle. No les di demasiada importancia y seguí mi objetivo. Llegue a la cocina, pero solo encontré una lata de atún...