Cuento Niña Agua

| [Año] |
| Editorial QUESAD
PIERREPAPIN
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[NIÑA AGUA] |
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NIÑA AGUA off
Era una mañana muy clara, los vivos colores de las plantas yflores que el rocío matinal bañaban, era luz multicolor de un cuadro que ni el mejor pintor pintará, en esos reflejos artísticos nos regalaba la naturaleza prodigiosa viva y virgen de nuestra tierra. Era una barranca que como una garganta abismal transpiraba aborigen viva de seres circunspectos de esa vida eterna de una primavera inalterada que el tiempo había respetado. Era la Barranca Honda delpoblado de San Miguelito que se divisaba después de transmontes y muchos caminos de mula y arreos, era el México bárbaro que no conocimos. Se retrataba en lo alto de una colina, peculiar camino de blanca estela, comunicaba a este caserío de teja y adobe con chimenea humeante de pocos habitantes y continuos forasteros atraídos por el sabor gambusino de brillante oro. Venían con la ambición deencontrar el preciado metal no alterado por barreta y dinamita, solución presentada por Grandes Compañías; éste era aún un negocio casero, queda solución al minero empírico que a veces tenía éxito con una pequeña obtención brillante de esa materia metálica, pero a veces, la mayoría de los casos inútil resultado ocasionaba afanosa búsqueda de esa beta preciada. Era también, reconocido este singularlugar por el cazador de presa montaraz y salvaje, bestia de uña que habitaba indómita este lado agreste de nuestra tierra perdida que se nos fue así sin conocerla y amarla.
La Barranca Honda muchas historias contaba de ella los nativos y fuereños que avivaba la curiosidad de cualquier aventurero trasnochado, bebedor de licor y vino tinto. Rodrigo Rodríguez singular personaje venia a México desdeun barrio clase mediero-bajo madrileño; de padre vendedor de fortunas únicas de una América Inexplorada, ofreciendo esta oportunidad de riqueza a vecinos amables y bonachones que viajaban y hacían planes en las reuniones y borracheras para después regresar a su vida cotidiana. En ese transcurrir de la vida Rodrigo alcanzo la madurez vivida de realizar su plan que había él siempre soñado, viajar aAmérica para realizar los sueños frustrados y nunca alcanzados de un padre que amaneció muerto por punzada etílica ya anunciada. La madre continua administradora y sostenedora de un hogar que los fines de quincena apenas tenían para comer pero siempre felices de ser escuchas de un padre locuaz de miles de historias contadas en sobremesa y que la madre adoraba a ese viejo loco que muy poco dio depecunia pero mucho de felicidad y fantasía.

II

Rodrigo dejo el hogar una mañana de abril llevando lo que llevaba puesto y dos cambios de ropa, de abrigo la chaqueta del padre y de amuleto, el Cristo en la cruz que la madre le diera ya consagrado por el sacerdote parroquial; además, el escapulario que una prima intima le pusiera conocedora de sus afanes de viajar y hacer fortuna. Dejandosin terminar una carrera de médico y un curso de inglés que nunca entendió. Esa mañana de abril, como si la gente supiera de su secreto viaje, se desbordo en la plazuela central a verlo pasar, él iba caminando erguido con paso ladino, lucia guapo como guapo era, de barba hirsuta pero negra, daba a su rostro claro una dimensión de belleza viril conjugada con esos ojos profundo y negros que soloel español tiene. Caminaba sin ver, porque se sabía visto por ojos femeninos y curiosos arrancando suspiros, su cuello largo anunciaba una nuez pronunciada, sin embargo, llevaba bien la hermosa cabeza y era sostenido por una recia y correosa musculatura; cuerpo de torero tenía Rodrigo de nalgas paradas y andar rítmico era la pasión de vecinas y primas que no lo vieron partir.
Se embarco en un...