CUENTO A UN PACIENTE MORIBUNDO
EL ANCIANO Y EL NIÑO
Era una tarde lluviosa, solo se escuchaba el ir y venir del viento, las gotas cayendo una tras otra en el asfalto, y en una casa vieja donde lasparedes hablaban en secreto estaba sentado don Fernando, un hombre que en su juventud tenía el dote de un galán autentico, esa sonrisa picarona que aun guardaba y sus ojos encantados que aun enamoraban.Pero pobre de mi señor, solo estaba en aquel inmenso caserón, sus hijos lejos estaban trabajando sin cesar para dar abrigo y pan a su padre que había sido bueno toda la vida, ese día que se sentíatriste jamás espero que a su puerta llegara un niño, loco de atar, de ojos azules y cabello amarillo como el sol, crispado y rebelde, de sonrisa fácil, aquel chiquillo siempre pasaba por esa casa, peronunca había llegado a visitar aquel anciano de mirada tan apacible.
-Hola señor, mi nombre es Chuy, así me llamo nada de Jesús, y usted ¿Cómo se llama?- grito el chiquillo con el entusiasmo en susojos.
-¿Yo?, me hablas a mi- respondió don Fernando confundido
-¿Y a quien más si no es usted?, por supuesto que a usted, siempre paso por aquí cuando voy a la escuela, así que hoy decidí llegar avisitarlo-
Don Fernando no pudo evitar sonreír, y de sus ojitos serenos una lagrimas desbordo por su mejilla, “que chamaco tan más divertido” pensaba don Fernando, contento de que alguien hubiera ido avisitarlo.
Y así fue como transcurrieron dos meses, el niño siempre llegaba a visitarlo, lo hacia reír tanto, una vez el muy tonto de Chuy decidió hacer un truco de magia para Don Fernando, por malasuerte el conejo se escapó y tuvo que salir tras él, muy contento el viejito salió junto con él, corriendo lo más que podía con su bastón y gritando:
-¡Ha conejo! ¿A dónde vas si el show aun nocomienza?-
Chuy no pudo alcanzar al conejo, se sintió tan triste que se puso a llorar pero don Fernando, lo abrazo y le dijo:
-No te preocupes hay más conejos en las praderas después iremos a por uno-...
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