Cuentos Latinoamericanos

Páginas: 5 (1233 palabras) Publicado: 20 de octubre de 2012
La máscara de mugre se agrietó en las comisuras, y hubo en los ojos un destello de alegría: a un paso brillaba la moneda. La muchedumbre le obligó a dar ese paso, y otro, y otros más, antes de permitirle intento alguno de alzarla. Tan compacto era el grupo, tan decidido en su empeño de constante avance... Todo esfuerzo en contra hubiera sido inútil. Se dejó llevar.
Atisbó por los ocasionalesespacios dables entre las gentes: ¡Un hombre con la cara cortada! Sería una señal muy segura. A seis pasos del lugar donde aquel hombre pregonaba su mercancía se hallaba la moneda. Volvería. Nadie podría ya impedirle apoderarse de ella.
Pasó cerca de un puesto de baratijas. La visión fragmentaria de las piedras falsas, su espejear, sus colores, habían sido hasta entonces uno de los puntosimportantes de su interés. Ahora, esos brillos se le antojaban pobres al compararlos con los de la moneda. Lo asaltó el miedo de que alguien más pudiera llegar a verla, una reacción pasajera, pues de inmediato recapacitó en lo absurdo de su temor: a los lados eran ofrecidas tantas y tantas maravillas... Quizá otro niño... resbaló otra vez a la duda. No, volvió a tranquilizarse, en mi caso fue porcasualidad, fue mi suerte. ¡Es mía!
En cierto modo tenía razón. A no ser por el azar, él mismo no la habría descubierto, aun teniendo en cuenta su corta estatura que no le permitía disfrutar del espectáculo, sino con muchas limitaciones. El azar había intervenido desde el principio. No recordaba los detalles referentes a su llegada al lugar, pero estaba seguro de la ausencia de su voluntad en aquel acto.Tal vez alguien lo empujó. Lo evidente es que había llegado a descubrirse a sí mismo dando constantes vueltas con este grupo, que le cerraba la visión y la salida, en constante lucha para no ser aplastado. A veces le cansaba mirar por los intersticios y bajaba la vista para observar el circundante mundo de pies y aprender así los mejores modos de andar en la feria. 
Hasta hacía poco, su alicientehabía sido llegar a tener los puntos de vista de los más desarrollados, lo cual se podía traducir en una hasta entonces no del todo comprendida esperanza de gozar, por completo, algún día, del festivo panorama. Gracias a su reciente descubrimiento pudo entender de golpe la finalidad de la feria: una vez en posesión de la moneda, podría adquirir esas cosas que la mayoría se limitaba a contemplar. Ylo más importante: ya no habría de seguir por el centro. La simple exhibición de la moneda le abriría camino hacia esas orillas por donde iban exclusivamente los posibles compradores. Allí el andar no era constante; la gente podía detenerse cada vez que lo deseara. Era solamente cuestión de fingir entusiasmo, elegir alguno de los objetos expuestos, contemplarlo largamente, sentirlo, olerlo en loscasos pertinentes y hasta obtener una prueba. En fin, valerse a discreción de los sentidos para conseguir lo máximo del disfrute. Y si el lapso de descanso no había sido satisfactorio, bastaba con iniciar un regateo que por lo general duraba lo suficiente. Después, era fácil librarse del vendedor insultándole por su codicia. Para el caso había muchas fórmulas, y él las conocía de memoria. Una poruna habría de emplearlas, aunque, de sobra lo sabía, la más segura era la palabra ¡ladrón!, al conjuro de la cual los vendedores bajaban la cabeza en señal de temprana derrota. Por primera vez, desde su llegada a la feria, reparó en la desesperante lentitud de la marcha.
Era necesario poner atención, vigilar el modo de vida usual en las orillas, estudiarlo hasta en sus menores movimientos parano dar allí la impresión de ser un intruso. Los vendedores eran bastante capaces para percatarse de la novatez, guiados por los detalles más increíbles. Hallaban, en tales casos, una dorada oportunidad para cobrarse esas humillaciones a las que eran sometidos por los expertos. Él tendría que ser un experto desde el primer momento. Ese sujeto de la cara cortada sería el primero en sufrir el peso...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • CUENTOS LATINOAMERICANOS
  • cuento latinoamericano
  • cuentos latinoamericanos
  • Los cuentos Latinoamericanos
  • Cuentos latinoamericanos
  • Cuentos Latinoamericanos
  • cuentos latinoamericanos
  • Cuento latinoamericano

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS