Cuentos Tradicionales

Los compañeros del puerco
Los animales del monte, en un principio, no tenían bolsas. Un buen día todos los animales machos del monte se reunieron y le dijeron a dios que les pusiera bolsas, como las que tenía el hombre. Nuestro señor les dijo que vinieran al otro día para ponerles a cada uno sus bolsas de acuerdo a su tamaño.
Salió nuestro señor temprano a conseguir carne y todo lo que iba anecesitar para ponerles bolsas a los animales. Los animales del monte se reunieron en la mañanita y se pusieron en fila para recibir sus bolsas. Nuestro señor se la iba poniendo de acuerdo a su tamaño, los chiquitos tenían sus bolsas chiquitas, los de cuerpo grande sus bolsas grandes, los medianos igual sus bolsas medianas.
En ese ajetreo Nuestro Señor trabajó todito el día, todos los animalessalieron contentos. Nadie quedó inconforme. Al final del día solo faltaron el toro y el puerco. Cuando llegó la hora del toro, como animal grande, se le puso bolsas grandes que le colgaban. El toro se fue contento con sus bolsas cuando las vio y se las pesó. Cuando llegó la hora del puerco, Nuestro Señor lo vio de arriba abajo y asi mismo corto un pedazo de carne con pellejo, para ponerle lasbolsas según su tamaño .
Cuando el puerco vio el pedazo de carne que Nuestro Señor tenía en las manos dijo:
-¡Nuestro Señor! ¿Y ese pedacito , ese ñiñin de bolsa que ha cortado pa quien es?
Para ti puerco. Yo a todos les he puesto según su tamaño, y esto te corresponde a ti.
¡ Vea Nuestro Señor! A mi póngame mis bolsas grandes, como se las puso al toro; quiero que sean tan grandes como lasdel toro para que me cuelguen.
Entonces Nuestro señor lo quedo mirando otra vez de arriba abajo, midiéndolo con la vista. Viéndole la ambición que quería tener más de lo que la ley permitía le dijo:
* Pero puerco, si yo te pongo las bolsas como las del toro, tú que eres bajito no vas a poder caminar, pues las bolsas te van a quedar arrastrando. Así que te voy a poner las medianas.
* NoSeñor, yo quiero mis bolsas grandes como las del toro, yo veré como camino, pero esas bolsas así chiquitas, que usted me quiere poner no las quiero.
Pero como el puerco es muy necio seguía porfiando, porque donde mete la trompa, aunque le esté yendo mal, él por ahí quiere seguir adelante y nade lo hace cambiar de idea. Él quería sus bolsas grandes de que le colgaran al asuelo.
Nuestro Señor queestaba cansado de haber trabajado todito el día le dijo:
¡Pero puerco! Deja la necedad y déjate poner tus bolsas que yo se lo que cada uno necesita. ¡No seas necio puerco! No Señor, yo eso chiquito no lo quiero. Si son grandes como el toro si las quiero, pero si son chiquitas, prefiero irme sin bolsas.
Pero Nuestro Señor no podía dejar a un animal macho sin sus bolsas. Así que e ya medio bravo, ledijo:
* ¡Ve puerco! Déjate de cosas y ven para ponerte tus bolsas, que ya estoy cansado de estar aquí esperando.
* ¡No! Si no son grandes así como las del toro, yo ya dije que no quiero nada; en ese caso yo me quedo así no mas sin las tales bolsas.
* ¡No estás oyendo puerco! No te puedo poner las bolsas tan grandes porque después vas a esta arrastrándolas por el suelo y no vas a podercaminar bien.
* Cuando el puerco vio que de veras Nuestro señor no le iba a poner las bolsas que el quería, viró el trasero para irse resignado sin sus bolsas hacia el monte. Nuestro Señor, como ya tenía las bolsas en la mano, se las lanzó apuntando al trasero del puerco que se iba meneando.
* Allí llegaron las bolsas y …!piiiiaaass! , se le pegaron atrás, casi en el trasero. Y desde ahífue que el puerco quedo como es con las bolsas pegadas atrás, como una plancha. Desde ahí también es que quedo el viril del puerco como una cosa torcida, como un virabarquí de carpintero. Y todos los puercos que nacieron después tuvieron ya esa forma.

El pájaro zugullo ( o pájaro huevo arrastra´o)

Resulta que como el huevo arrastra`o vive echado en el suelo, un buen día el dijo que...