Cuidados Paliativos

INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

‘’Centro de estudios Científicos y Tecnológicos No. 15’’
Diodoro Antúnez Echegaray




ÍNDICE

Portada…………………………………………………….1 pág.
Introducción……………………………………………….3 pág.
Desarrollo del tema………………………………………5 pág.
Leyes nacionales e internacionales…………………..11 pág.
Opinión…………………………………………………….14 pág.
Bibliografia………………………………………………...15 pág.

INTRODUCCIONExiste en la actualidad un fuerte debate, tanto en la comunidad científica como en la sociedad, sobre si se debe autorizar o no la experimentación con embriones humanos. Unos la defienden en aras del progreso científico y del beneficio para las generaciones futuras (ver, por ejemplo, las conclusiones del Grupo de Opinión del Observatori de Bioética i Dret con sede en el Parc Cientific deBarcelona presentadas por Casado y Egozcue, 2000) mientras que otros la deniegan argumentando la inviolabilidad de la vida humana desde la fecundación. Como dice Testart (2000), el debate sobre el embrión humano está entre la cosificación y la sacralización. La aproximación al tema de la investigación con embriones se puede realizar desde un planteamiento estrictamente biológico o desde unaperspectiva filosófica y religiosa y, como señalan Casado y Egozcue (2000), se trata de un diálogo de sordos, porque todo depende del criterio, muchas veces apriorístico, que se tenga sobre lo que ha venido en denominarse el estatuto del embrión. Estatuto que debe ser debatido desde los puntos de vista biológico, ontológico, ético, teológico y jurídico, y que desde hace muchos años se viene intentandollegar a un acuerdo en diversos foros mundiales, aunque sin resultados positivos.
En la relación entre la Ciencia y la Ética, es importante utilizar la deliberación como procedimiento (ética discursiva, Habermas), apelar a la ética de responsabilidad (Jonas) y tener presente que en una sociedad plural debe haber una ética de mínimos y de máximos (Apple) que dan lugar a los denominados “deberesperfectos” y “deberes imperfectos”, respectivamente. Al conjunto de mínimos compartidos ha dado en llamarse ética cívica que, como señala Adela Cortina (2000), es el tipo de ética que deben asumir los organismos que pretenden ser expresivos de la conciencia moral social. No cabe duda que el problema no es fácil de solucionar, pero hay que intentarlo.
n el comportamiento social se dan a veces situacionesincongruentes que no tienen fácil explicación. Por ejemplo, no es comprensible que se gasten ingentes cantidades de dinero en armamento o que se destruyan excedentes de productos alimenticios cuando hay tanta gente que se muere de hambre. No es comprensible que muchas veces los mismos colectivos que se declaran defensores de las plantas y los animales, y por tanto de la vida en la naturaleza,sean partidarios del aborto. Tampoco es comprensible la diferente acogida que han tenido, en su momento, en los medios de comunicación social dos temas relevantes de la investigación genética como son las plantas y los alimentos transgénicos, por un lado, y la clonación no reproductiva terapéutica humana, por otro. En el primer caso hemos vivido en España un año de intensa actividad contestataria deciertos grupos de presión y de los medios de comunicación social, mientras que en el caso de la clonación humana terapéutica parece como si la sociedad diera por bueno lo que los científicos pueden hacer, sin plantearse que no todo lo que es técnicamente posible puede ser éticamente deseable. Se habla mucho de la problemática de la manipulación genética sin que percibamos que, en muchas ocasiones,detrás está la manipulación social.
El desarrollo, desde el punto de vista genético, se puede definir como un proceso regulado de crecimiento y diferenciación resultante de la interacción núcleo-citoplásmica, del ambiente celular interno del propio organismo y del medio externo, mediante el cual se produce la formación del individuo adulto a partir de una célula inicial única: el cigoto.
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