Cultura Y Desarrollo

CONSIDERACIONES PARA UNA ÉTICA LÚDICA:

(Ética y Estética en la obra de Michel Maffesoli)

Por: Rafael Hurtado M.


Ethos antropoi daímon
(Heráclito)


La búsqueda de los orígenes del significado es una actividad harto productiva, y no una mera actividad reflexiva o descriptiva. Aunque procure no dar con esencias ni universales, sino más bien con la mera textura delentramado del mundo vivido, así como de nuestro estilo y situación en el mismo, todos sabemos que no hay aproximaciones inocentes, desprovistas de sentido y direccionalidad.

Maffesoli no escapa a lo largo de su obra, por supuesto, a tales consecuencias. No obstante, sus propuestas a propósito de eso que él denomina “el trabajo del pensamiento” refleja un proceder muy particular, al queprocuraremos aproximarnos en el presente ensayo como preámbulo para definir su concepción de ética y estética. Mediante el análisis previo de su propuesta “estética”, en tanto que método y a su vez estado de cosas, nos proponemos elaborar un recorrido que a manera de “consideraciones” esboce el programa ético maffesoliano; programa de envergadura y no pocos retos, aunque según el autor, también enestado de configuración, de contribución, de “consideraciones sociológicas”.

Así, pues, mediante la aproximación a sus nociones de hedonismo, de la orgía y de lo dionisíaco veremos cómo emerge una ética cosustanciada con la lúdica, casada con un cambio estético (de ánimo y de óptica) en el proceder epistémico. Lejos de la grandilocuencia de la moderna discursividad, este proceder “secontenta con decir cómo crecen las cosas y cómo se desarrollan a partir de sí mismas” (1997, p. 162). No obstante su modestia, aspira en tanto pensamiento correr y concurrir con el mundo (cum currire) de tal modo que pueda dar cuenta del mundo “tal como es”.


Toda civilización, toda cultura tiene en
sus comienzos un poema de fondo, no
un proyecto racional.L.S.

Más que una sintomatología, podríamos hablar de pródomos, esto es, una serie de indicios vagos e imprecisos que en el decurso de estas últimas décadas forjaron la aparición de una posmodernidad signada por un giro polisémico y equívoco. Esta nueva cultura o ‘cultivo’ ha creado por sedimentación un sistema significante cuyo tour de force es esencial y prioritariamenteestético, en un doble sentido: por la aparición de una nueva sensibilidad en el humus social y por un cambio de óptica en el proceder epistémico reclamado por esta nueva sensibilidad.

Son harto evidentes los signos de desgaste que presentan los valores supremos de la modernidad en este nuevo panorama. Más cadencia que decadencia, el nuevo ritmo social precipitó el agotamiento de ladiscursividad y el estilo modernos, tanto como su potencialidad vital y filosófica. Una nueva configuración emerge para cambiar la dinámica y la sensibilidad social:

“ Donc voilà l’hipothèse: il y a un hédonisme du quotidien
irrépressible et puissant qui sous-tend et soutient toute vie
en societé...en bref, le lien social devient émotionel. Ainsi
s’élabore une manière d’être (éthos)”.(1990 a, p. 13)

Una de las metáforas que mejor define este período fundacional es, para Maffesoli, ‘la paideia’, ese espíritu de grupo particular que W. Jeager encontró en los griegos como principio motor civilizador: momento articulador donde confluyen “particularismos locales, acentuación espacial, religiosidad, sincretismo, culto del cuerpo, etnicidad, narcisismo grupal, y en los queel denominador común es evidentemente la dimensión comunitaria”. (1992, p. 282)
Maffesoli encuentra en esta nueva sensibilidad (eso que a falta de una mejor expresión se suele denominar vulgarmente “la vida”) un ambiente societal signado por una estructura compleja, orgánica, el cual podemos perfilar brevemente por la emergencia de algunos de sus principales rasgos: ‘tribalización’ del...