CÓMO LA EDUCACION APOSTÓ AL CABALLO EQUIVOCADO

De cómo la educación apostó al caballo equivocado
Frank Smith- (Aique)
Capítulo 2
Leer como un escritor
La primera vez que exploré en detalle la cuestión de cómo aprenden los niños a escribir, estuve a punto de llegar a la conclusión de que eso era, igual que el vuelo de los abejo­rros, una imposibilidad teórica. Desmonté la trivial simplificación de que la escritura es básicamente letrasdibujadas, más algunas reglas de ortografía y puntuación. Cuestioné el mito de que uno puede aprender a escribir si se presta diligente atención a la enseñanza y a la práctica. Y me quedé con la desconcertante paradoja de que la escritura requiere un enorme fondo de conocimientos especializados que probablemente no pueden adquirirse en clases, libros, ejercicios o rutinas de ensayo y error, y nisiquiera en la propia práctica de la escritura...
¿Dónde adquieren las personas que escriben todo ese conocimiento que necesitan? La conclusión a la que llegué estaba tan cargada de interrogantes como el enigma que supuestamente yo iba a resolver, ya que mi hipótesis era que los escritores adquieren ese saber intangible sólo mediante la lectura. Y no sólo existe un lamentable cúmulo de pruebas deque las personas que leen no necesariamente se convierten en escritores competentes, sino que yo mismo había sostenido que los lectores fluidos no necesitan prestar atención a cuestiones como la ortografía y la puntuación. Para aprender a escribir, no obstante, los niños deben leer de una manera especial.


Este ensayo será un desarrollo de ese razonamiento. En primer lugar, me propongodemostrar que la escritura demanda muchos más conocimientos especializados de lo que por lo general po­demos percibir, muy pocos de los cuales pueden ser transmitidos por la educación formal. A continuación, intentaré explicar por qué ese conocimiento sólo puede adquirirse a partir de un particular tipo de lectura. Luego ilustraré cómo se produce ese tipo de lectura y demos­traré que los niños tienenmucha experiencia en aprender de esa manera. Finalmente, consideraré de qué forma pueden los maestros facilitar ese aprendizaje.
La complejidad de la escritura
Aún los tipos más usuales de textos suponen un vasto número de convenciones que jamás podrían ser sistematizadas en programas formales de aprendizaje. Ni maestros ni alumnos tienen por lo general idea de los alcances y la magnitud de esasconvenciones. La ortografía, por ejemplo, demanda la memorización de todas las palabras que potencialmente podríamos escribir. Pueden contarse centenares de "reglas" ortográficas, y aun así puede haber un alto porcentaje de probabilidades de que no haya una regla válida para determinada palabra. Hay tantas alternativas y excepciones que debemos confirmar y memorizar la ortografía correcta de cadapalabra que esperamos escribir en el futuro, aun de las que se presentan como "regulares". ¿Cuándo se da cuenta uno de la ortografía de todas las palabras que por lo común se escriben bien, y cuándo las memoriza?
...Esas normas carecen de sentido para alguien que no tenga una comprensión implícita de las convenciones que determinan qué constituye una palabra, oración o párrafo, convenciones quedifieren de una lengua a otra. Lamentablemente, quienes ya están en posesión de esa comprensión implícita tienden a hallar las definiciones cristalinamente evidentes y a considerarlas la base del aprendizaje y no la consecuencia de haber aprendido. Obviamente, cualquiera que sepa escribir debe tener conocimiento de esas convenciones, pero no se trata de la clase de conocimiento que se puedeenseñar en forma explícita a otros.
Aún las reglas arbitrarias, las descripciones y las defini­ciones resultan esquivas cuando se trata de describir cuestiones tan sutiles como el estilo, los intrincados registros que dependen del tema al cual se está haciendo referencia y del auditorio al cual uno se diri­ge, y los esquemas propios de cada tipo de texto. Cartas, telegramas, notas formales e...