Córdoba
Páginas: 8 (1758 palabras)
Publicado: 26 de octubre de 2012
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Universidad Nacional de Córdoba
Facultad de Psicología
Seminario Electivo No Permanente
“Psicoanálisis aplicado a la clínica de las Instituciones:
Psicosis y autismo”
Monografía
Comisión: Única
Profesor Titular: Lic. Eduardo Abello
Alumna: Yocca, M. Antonella
Matrícula: 35199465Al fin y al cabo, ¿es fructífero el tratamiento psicoanalítico para los sujetos autistas?
Introducción:
Que la Psicología de Orientación Cognitiva y su dimensión reeducativa; que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastorno Mentales (DSM) y su imperio clasificatorio; la gran devoción por la cifra universalizante de aquello nombrado como déficit y disociación de funciones queprosperan ambos… ¿no será demasiado el afán en evitar tratar el caso por caso no sumergiéndose en la subjetividad singular de cada hombre? Lejos de ahogarme en el discurso de la ciencia que proclaman las “teorías” mencionadas que, al decir de J. A. Miller en “La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica”, encuadran más bien lo que sería un anti-discurso, decido incursionar en una articulaciónteórico-práctica desde la orientación psicoanalítica lacaniana tras un caso de un joven autista, en tanto fiel a otra forma de entender la Salud Mental.
El caso es extraído de un escrito redactado por la Licenciada Claudia Lijtinstens, psicoanalista y miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) en “Para una política de la demasificación del autismo y las psicosis en la infancia”, dondese halla a modo de ejemplo clínico.
Desarrollo:
Un joven de quince años muestra un lenguaje oral y escrito reducido a palabras sueltas, sin entonación o grafemas enlazados sin solución de continuidad. Una insistente pregunta que realiza al tocar todos los objetos parece no tener fin, pero empieza a ser circunscripta una vez que el equipo de la institución en donde es alojado captaalgunos detalles que se presentan con regularidad en la misma: frente a su “¿qué es esto…?” que C enuncia incansablemente, se advierte que señala especialmente aquellos objetos que hacen borde, que recubren las partes del cuerpo de los educadores (ropas, adornos, objetos del cuerpo), ritualizándose un juego con el que va nombrando un contorno que delimita un objeto fuera-del-cuerpo y que puede plegarseal suyo propio.
Al respecto, antes de continuar con su relato, es preciso remarcar que tal como nos enseñó Lacan, los sujetos autistas y psicóticos están fuera del discurso, no así fuera del lenguaje, lo cual es demostrado en este caso. A su vez, el mismo presenta aquella característica fundamental que encubre este tipo de sujetos, a saber, su repetición incesante de su goce desbordante,repetición que resulta necesaria ser captada por los intervinientes abocados a su persona para tener la capacidad de extraer de allí ese objeto y poder abrir el juego que E. Laurent menciona. Es decir, aquel que produce la inmersión del sujeto y troca intervinientes por partenaires, para permitir al autista usar una barrera del goce desencadenado y lograr encadenamiento significante frente al Otrodesbordante, como nos dice Miller.
Regresando al caso, retomo el tratamiento especial que C dedicaba a su cuerpo. Su excitación motriz comienza a reducirse luego de que se da cuenta que estar solo, sin compañía de un adulto, lo lleva a incrementar esa excitación hasta límites insostenibles. Frente a estos elementos se van diseñando en el dispositivo de trabajo: horarios, espacios definidos, momentospara la realización de actividades con la presencia de un interviniente que modera el balanceo, el baile desenfrenado o la repetición infinita. El recorte del espacio y el tiempo que produjeron junto con la presencia cercana del educador, le dio un marco organizado por donde transitar, aquietándolo.
Al respecto de lo último, puedo observar que esta estrategia llevada a cabo tras la detección...
Universidad Nacional de Córdoba
Facultad de Psicología
Seminario Electivo No Permanente
“Psicoanálisis aplicado a la clínica de las Instituciones:
Psicosis y autismo”
Monografía
Comisión: Única
Profesor Titular: Lic. Eduardo Abello
Alumna: Yocca, M. Antonella
Matrícula: 35199465Al fin y al cabo, ¿es fructífero el tratamiento psicoanalítico para los sujetos autistas?
Introducción:
Que la Psicología de Orientación Cognitiva y su dimensión reeducativa; que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastorno Mentales (DSM) y su imperio clasificatorio; la gran devoción por la cifra universalizante de aquello nombrado como déficit y disociación de funciones queprosperan ambos… ¿no será demasiado el afán en evitar tratar el caso por caso no sumergiéndose en la subjetividad singular de cada hombre? Lejos de ahogarme en el discurso de la ciencia que proclaman las “teorías” mencionadas que, al decir de J. A. Miller en “La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica”, encuadran más bien lo que sería un anti-discurso, decido incursionar en una articulaciónteórico-práctica desde la orientación psicoanalítica lacaniana tras un caso de un joven autista, en tanto fiel a otra forma de entender la Salud Mental.
El caso es extraído de un escrito redactado por la Licenciada Claudia Lijtinstens, psicoanalista y miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) en “Para una política de la demasificación del autismo y las psicosis en la infancia”, dondese halla a modo de ejemplo clínico.
Desarrollo:
Un joven de quince años muestra un lenguaje oral y escrito reducido a palabras sueltas, sin entonación o grafemas enlazados sin solución de continuidad. Una insistente pregunta que realiza al tocar todos los objetos parece no tener fin, pero empieza a ser circunscripta una vez que el equipo de la institución en donde es alojado captaalgunos detalles que se presentan con regularidad en la misma: frente a su “¿qué es esto…?” que C enuncia incansablemente, se advierte que señala especialmente aquellos objetos que hacen borde, que recubren las partes del cuerpo de los educadores (ropas, adornos, objetos del cuerpo), ritualizándose un juego con el que va nombrando un contorno que delimita un objeto fuera-del-cuerpo y que puede plegarseal suyo propio.
Al respecto, antes de continuar con su relato, es preciso remarcar que tal como nos enseñó Lacan, los sujetos autistas y psicóticos están fuera del discurso, no así fuera del lenguaje, lo cual es demostrado en este caso. A su vez, el mismo presenta aquella característica fundamental que encubre este tipo de sujetos, a saber, su repetición incesante de su goce desbordante,repetición que resulta necesaria ser captada por los intervinientes abocados a su persona para tener la capacidad de extraer de allí ese objeto y poder abrir el juego que E. Laurent menciona. Es decir, aquel que produce la inmersión del sujeto y troca intervinientes por partenaires, para permitir al autista usar una barrera del goce desencadenado y lograr encadenamiento significante frente al Otrodesbordante, como nos dice Miller.
Regresando al caso, retomo el tratamiento especial que C dedicaba a su cuerpo. Su excitación motriz comienza a reducirse luego de que se da cuenta que estar solo, sin compañía de un adulto, lo lleva a incrementar esa excitación hasta límites insostenibles. Frente a estos elementos se van diseñando en el dispositivo de trabajo: horarios, espacios definidos, momentospara la realización de actividades con la presencia de un interviniente que modera el balanceo, el baile desenfrenado o la repetición infinita. El recorte del espacio y el tiempo que produjeron junto con la presencia cercana del educador, le dio un marco organizado por donde transitar, aquietándolo.
Al respecto de lo último, puedo observar que esta estrategia llevada a cabo tras la detección...
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