de todo para todos
Encuanto al concepto de subjetividad, en este primer capítulo, las autoras lo plantean en relación a las prácticas concretas que desarrollan los sujetos en condiciones de expulsión, y a lo que significanpara ellos, es decir, a “las operaciones que despliegan los sujetos en situaciones límite y a las simbolizaciones producidas” (página 20). Estas prácticas y sus significados, nos proponen las autoras,se inscriben en un contexto socio-histórico específico: la Argentina luego de la década de 1990. Se destaca como cambio fundamental para comprender las subjetividades de quienes habitan una situaciónde expulsión “el desplazamiento de la promesa del Estado por la promesa del mercado” (página 21). Como las condiciones en que se desarrollan ahora las relaciones interpersonales están signadas por losderechos de los sujetos en tanto consumidores (es decir, regidos u orientados por el mercado), la percepción de los otros no se desarrolla desde la perspectiva de que “todos somos iguales ante laley”, como se pretendía durante el período en que, al menos desde el discurso, era el Estado el regulador de las relaciones sociales.
A partir de este análisis, se propone como hipótesis que la violenciasigna las relaciones establecidas entre los sujetos puesto que se ha dado un agotamiento de [otros] lenguajes que habían permitido construcciones inter-subjetivas en que se reconocía a otros como...
Regístrate para leer el documento completo.