De varios colores
No he de negar yo que me he divertido escribiendo los cuentos, pero me guardo bien deinferir de ahí y de dar por seguro que se divertirá también quien los lea. Los cuentos, sin embargo, no aspiran más que a divertir. Si no divierten, la crítica no puede ni debe ir más allá que hastael extremo de calificarlos de fastidiosos, y en cambio, si divierten o entretienen algo, su fin y su objeto están cumplidos. No son ni quiero yo que sean sino una obra de mero pasatiempo, con cuyalectura, sin la menor ofensa de Dios ni del prójimo, logren los desocupados entretenerse durante algunas horas[…]”
“Por lo demás, yo creo y siempre he creído que toda producción artística o literariaimplica buen humor y no desabrimiento ni aflicciones. Hasta cuando un poeta o un novelista toma por asunto los sucesos más lastimosos, importa que la lástima y el pesar se hayan disipado ya casi deltodo, a fin de que el asunto, que estaba en el sujeto y que atormentaba al sujeto, salga fuera de él, y él le contemple serenamente y sea el objeto o la primera materia con que él compone o construyesu obra, cincelándola y puliéndola.
Cada cual tiene su modo de hacer las cosas. Yo no he de dar reglas ni he de disputar sobre esto. Diré sólo que no comprendo al que embargado de un profundo dolorse pone a cantar o a escribir sobre el dolor que le embarga. La muerte de un ser querido, las desventuras de la patria, las tremendas luchas y los espantosos infortunios que suelen afligir al linaje...
Regístrate para leer el documento completo.