Debutando en el sandboard iqueño

DEBUTANDO EN EL SANDBOARDING IQUEÑO

A pocos minutos de la ciudad, unas inmensas dunas de arena además del sofocante calor que se podía percibir, nos indicaba que ya habíamos llegado al oasis dela Huacachina. Fue justo donde se encontraban varios tubulares donde nos dejó el taxi. Buscando como llegar a la mismísima laguna, comenzamos a mirar a hacia todos los lados, fue así que observamosunas palmeras, huarangos y gente con ropa ligera, hasta que se pudo divisar el camino a la laguna. La entrada estaba atestada de areneros y señores que disimulada y velozmente se aproximaban paraofrecernos el tour por las dunas mas un par de descensos en sandboard, opción que nos emocionaba, pero lamentablemente al escuchar los precios de 35 soles, desistimos de la idea para guardar dinero para lasprovisiones y los viajes faltantes.
Sin embargo, al llegar a la misma laguna, sin esperanzas de poder ya surfear las calientes dunas, vimos a un señor con varias tablas, el cual estabaalquilándolas. Gonzalo, todo entusiasmado, se nos adelanto y le pregunto: -¿Señor cuánto cuesta? -Cinco soles- le respondió. Entusiasmado le dijo: ¡somos tres! Se le tenía que pagar por adelantado, dejar al menosun documento y estar preparado para caerse en esa candente sabana de arena en la Huacachina. Fue entonces que cogimos rápidamente las tablas y comenzamos a subir las dunas hasta llegar a la cima. Unacaída de un chico que había alquilado también su tabla de sandboard, indicaba que quizá no sería tan fácil como parecía. Sin importarnos ese suceso y con la adrenalina y el sofocante calor encima,nos lanzamos a bajar la duna, con el fin de bajarla aunque sea de a poquitos pero siendo la inclinación de la duna quien nos juega una mala pasada, llevándonos cada vez mas y mas rápido, mientras sepuede sentir una briza de libertad y emoción y a la vez la adrenalina haciéndonos gritar y vivir la velocidad con una tabla nunca antes usada por ninguno de nosotros.
Luego de la primera bajada y...