Decálogo para la prevención del maltrato institucional a la infancia y adolescencia
Autor: AVAIM www.avaim.org
Ilustración: Eneko González Yagüe www.ekulikua.com
Traducciones: Euskera: Ainhoa Ruiz Roteta Gallego: Marta Tarrío Salvado Catalán: Jordi Mallol i Comas
Maquetación e Impresión: Grupo Enea Comunicación www.grupoenea.com
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Queda prohibida lareproducción total o parcial de esta publicación sin la autorización expresa de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil.
FAPMI ES MIEMBRO DE:
2.
DECÁLOGO PARA LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO INSTITUCIONAL A LA INFACIA Y ADOLESCENCIA
NOTA DE LOS REVISORES DE FAPMI
En este nuevo texto el concepto de “menores”, de connotaciones paternalistas, ha sido sustituido por el de“personas menores de edad”, “niños, niñas y adolescentes” o “infancia y adolescencia”. El término “menores infractores” es sustituido por el de “personas infractoras menores de edad”. Se entiende que son personas menores de edad quienes tienen una edad inferior a la mayoría de edad establecida en el Código Civil, siempre que no hayan sido emancipadas o no hayan alcanzado la mayoría de edad en virtudde lo dispuesto en la ley que les sea aplicable. La minoría de edad se entenderá referida a la establecida en el Código Penal para las disposiciones relativas a personas infractoras menores de edad. Se entiende por infancia el período de vida comprendido entre el nacimiento y la edad de doce años, y por niños y niñas las personas que se encuentran en dicho período de vida. Se entiende poradolescencia el período de vida comprendido entre la edad de trece años y la mayoría de edad establecida por ley o la emancipación, y por adolescentes las personas que se encuentran en dicho período de vida. Los fenómenos lingüísticos sexistas pueden y deben ser evitados sin agredir las normas gramaticales. El género masculino posee un doble valor, como específico (referido a varones) y como genérico(referido a ambos sexos). El femenino, sin embargo, no posee el carácter globalizador del masculino y sólo puede emplearse de modo restrictivo. La posible ambigüedad del masculino genérico puede evitarse desdoblando los términos y alternando el orden de presentación para no dar sistemáticamente prioridad al masculino sobre el femenino. Es inadmisible el empleo del símbolo @; cuando sea necesarioeconomizar espacio puede recurrirse a los dobletes con barra (/), aunque se debe limitar su uso, puesto que dificulta la lectura y, como los desdoblamientos, lentifica el discurso.
3.
DECÁLOGO PARA LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO INSTITUCIONAL A LA INFACIA Y ADOLESCENCIA
DECÁLOGO
PARA LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO INSTITUCIONAL
A LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA
H
an pasado ya más de cuarentaaños desde que Henry Kempe definió el maltrato infantil como una lacra social. Desde entonces hemos progresado mucho tanto en la explicación del fenómeno como en la atención a los niños, niñas y adolescentes que lo sufren. Aunque generalmente se asocia el maltrato infantil al contexto familiar, el niño se desarrolla en distintos ámbitos o espacios vitales. Es cierto que la incidencia y prevalenciadel maltrato es mayor en la familia y que la severidad del daño es igualmente mayor cuando tiene a la familia como escenario. Esto no debe justificar, sin embargo, el olvido o la falta de atención al abuso sufrido en la escuela, el hospital, el juzgado o en una medida de acogimiento residencial o familiar. La responsabilidad es cualitativa y cuantitativamente diferente en estos casos. Cuando elEstado, la Administración pública o cualquier institución asumen la responsabilidad de un niño, niña o adolescente, por un período de tiempo o de modo permanente, se está diciendo de manera implícita que se es capaz de atender a ese niño o niña mejor que su familia. Es por esta razón que las instituciones no pueden permitir el abuso en su seno y han de trabajar cotidianamente en la promoción...
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