Delitos Contra La Fe Publica

INTRODUCCIÓN
La confianza en los demás es una condición necesaria para que los individuos que participan en el sistema social tengan la legítima expectativa de que los otros sujetos cumplirán su rol conforme al Derecho. Ya sea de un particular o de un funcionario público, los individuos esperan que organicen su participación social cumpliendo con su deber: de no dañar a otro, neminen laede, enel caso de los extraneus; no infringiendo el deber propio del cargo, tratándose de los intraneus. En los delitos contra la fe pública, el deber de los funcionarios es el de veracidad, deber que surge directamente de la ley penal y de la ley administrativa que regula la actividad del intraneus.
Asimismo, este deber-según Jakobs- tiene su contrapartida en el derecho a no ser inducido a error que sereconoce a los que participan en el tráfico jurídico.
Por su parte, el deber general de no dañar a otro, neminem laede, que vincula a los particulares, en el caso de los delitos contra la fe pública, es un deber de no mentir al momento de documentar (sólo en determinados documentos). Sin embargo, este deber ético se ha limitado y hecho exigible por el derecho a través del requisito típico delpeligro, de perjuicio a terceros. No se castiga, pues, la simple mentira al elaborar el documento, es necesario que esta mentira, en la declaración que se vierte en el documento y en su uso, pueda ocasionar daño a los bienes jurídicos de terceras personas.
Los documentos privados prueban la existencia de una declaración imputable a su emisor, pero no la veracidad de esta. Por el contrario, losdocumentos públicos prueban también la veracidad de los hechos que en ellos atesta o constata el funcionario público o la autoridad: una partida de defunción acredita qué en el registro existe una constancia respecto al fallecimiento de una persona determinada y en determinada fecha.
No obstante, por excepción, también se ha aceptado el quebrantamiento de esta expectativa, por ejemplo, cuando elhombre acude a la falsedad para protegerse de una violencia o de una agresión; cuando está de por medio el bien común; cuando compele a ella el interés general; cuando es usada en pro del interés nacional; cuando se justifica por una buena causa; cuando la verdad es callada por prudencia y mesura, para no lesionar a los demás; cuando la manifestación de la realidad puede generar o intensificar unconflicto; cuando es utilizada para ocultar mentiras peores y para proteger verdades importantes; cuando produce más bien que mal, etc.
La falsedad, el quebrantamiento de la expectativa que tienen los individuos en que los demás copartícipes del sistema social actúen sin traicionar su fe o su confianza, entonces, no es tolerable por regla general; pero se admite por razones justificadas legalmente,vinculadas con la necesaria y estricta autoprotección individual, la evitación de disturbios mayores y, sobre todo, con la búsqueda de protección del sistema social (en la medida que esta protección redunde en beneficio directo de los ciudadanos y no, exclusivamente, del Estado).
De ser dos de las más importantes condiciones para la existencia del sistema social la confianza de los individuos y laexpectativa de que ésta no se defraudará por el accionar de los copartícipes, deriva uno de los más trascendentes principios del Derecho: el principio de la buena fe. Se trata de un axioma fundamental del derecho de gentes que impone a los ciudadanos y a los Estados la obligación de proceder con lealtad al derecho y fidelidad hacia los compromisos adquiridos.
Es un principio general del derecho,desde sus albores y ha conducido a afirmar, por ejemplo, que Grave est fidem fallere (lis grave faltar a la confianza); Omne, quod non est ex fíde, peccatum est (todo lo que no es leal es pecado); Bona fides semper praesumitur, nisi mala adesse probetur (La buena fe se presume siempre, si no se pruébala existencia de la mala); y que Bonam fidem in contractibus considerare aequum est (lis justo...