democracia sin pueblo
Por Rodrigo Uprimny
Abraham Lincoln, en su célebre discurso de Gettysburg, caracterizó la democracia como el gobierno del pueblo, por el pueblo ypara el pueblo.
Es una bella definición. Pero la democracia colombiana tal vez requiere una definición más prosaica: nuestra democracia es el gobierno a nombre del pueblo… pero sin mucho pueblo.
Almenos eso indican los resultados del pasado domingo: la inmensa mayoría de los ciudadanos no participó en la selección de quienes serán sus congresistas. Los representantes del pueblo fueron entonceselectos con muy poco pueblo.
Las cifras son claras: Votaron 14’310.367 ciudadanos, que representan el 43,5% del potencial electoral. Una abstención del 56,5%. Pero hay que agregar que 850.000ciudadanos que acudieron a las urnas (tal vez sólo para obtener el incentivo electoral) no marcaron nada en el tarjetón, lo cual parece otra forma de abstención, con lo cual ésta llega casi al 60%.
Además,muchos de quienes participaron no lograron hacerse entender: casi 1’500.000 votos fueron nulos, lo cual significa que estos ciudadanos tampoco eligieron a nadie, a pesar de haberse esforzado poracudir a las urnas.
Finalmente, un número importante de ciudadanos (unos 750.000) votaron en blanco, que es un mensaje expreso de que no querían tampoco elegir a nadie.
Sumemos entonces i) a losabstencionistas, para quienes todos los candidatos eran indiferentes, y por eso se quedaron en casa o no marcaron el tarjetón; ii) a quienes votaron en blanco pues eran hostiles a todos los candidatos; y losincomprendidos que intentaron votar pero no fueron comprendidos. El resultado es que los congresistas resultaron electos sólo por 34% de los ciudadanos. Sólo uno de cada tres ciudadanos participóentonces en la selección del nuevo Congreso.
Algunos pueden banalizar ese resultado aduciendo que la baja participación electoral en Colombia, en especial en elecciones legislativas, no es nueva. Y eso...
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