Deontología Jurídica



Deontología
Jurídica








Capítulo VIII

Reflexión Final

El autor menciona un breve resumen de lo estudiado a través del curso, hace énfasis en los valores y principios de un buen abogado y de las satisfacciones que de los mismo se derivan. Señala también, que el éxito obtenido por conductas alejadas del todo de la ética profesional, hacen de ese se runa persona indigna detan noble carrera, y que será el propio tiempo quien sepa juzgar sabiamente su errónea actuación.
Señala además, que el ideal de Justicia es lo que debe sostener nuestro actuar; al tiempo de ser defensores de la misma, será a la vez nuestra principal fortaleza.
En lo personal, concuerdo en gran medida con lo expuesto, considero que es el propio hombre el dueño de su comportamiento, e inclusome atrevo a afirmar que sólo él pudiera ser fuente de justicia humana alguna; este punto será abordado con mayor énfasis en el punto siguiente.
Supone el autor una “sacrosanta” fe en el Derecho, considerándole como el método infalible para llegar a la Justicia en el futuro, justificándose en la expedición de nuevas leyes (más completas) y la pronunciación de sentencias justas.
Hablar de fe enel derecho me parece una completa aberración, pues considero que a fin de cuentas, el derecho es una creación humana, por tanto imperfecta; considerar por tanto que habrá de ser completa en su sentido y satisfactoria en un futuro, constituye en sí un error gravísimo, es a mi forma de ver las cosas, tiempo y esfuerzo perdido. En resumen, me encuentro en total desacuerdo con el Lic. Rivera Soto, almenos en lo que a este punto se refiere.
El dinero es algo secundario en la práctica de la abogacía, se dice entonces que se trabajará con pasión y esfuerzo, siempre sobrepasando las limitantes ordinarias que pudieran frenar a todo aquel que dependa de una simple remuneración económica y sea prisionero del desinterés en el ejercicio de la profesión. Habrá que buscar la esencia misma de lajusticia en el derecho, y sólo de esta manera se complemente un verdadero Licenciado en Derecho.
Asimila a la justicia como una emoción superior a la expresión artística, que va más allá y que penetra en nuestros corazones.
En lo personal considero a la justicia como una virtud, a la cual sólo el hombre en lo individual es capaz de llegar, de ahí que sea muy difícil concebir su esencia y suplenitud; mas sin embargo, ante todo soy una humanista y creo fielmente que en sí el hombre es un ser maravilloso, capaz de lo inimaginable. Por tanto, creer en una justicia humana no me resulta del todo tiempo perdido, y por el contrario, prefiero dirigir esa esperanza y fe que menciona el autor, en la oportunidad que tiene el hombre de hacer las cosas de forma correcta y sorprender al mundo con unajusta actuación.
Finalmente hace mención del Decálogo del maestro Pruneda, que toma en sí la figura del Quijote y desprender sus cualidades en los siguientes:

I. DEBE TENER VOCACIÓN JURÍDICA. Una exquisita sensibilidad de lo justo, una afición al estudio y un espíritu de trabajo y sacrificio, constituyen esta primera cualidad del abogado.
II. DEBER SER VALIENTE Y ECUÁNIME. Coraje por defenderlos derechos e intereses de su cliente, así como una actitud de absoluta impenetrabilidad emocional al momento de lidiar con rencores, miedos e incluso el mismo instinto de peligro. De igual manera, habrá de abstenerse de bajas pasiones, cobardías o actuaciones que denoten bajeza moral, pero sobretodo permanecer indiferentes a emociones como la ira que nublen del todo nuestra perspectiva objetiva ynos impidan visualizar la solución del conflicto.
III. DEBE ACONSEJAR Y LITIGAR RECTAMENTE. Sostener como escudo, la verdad y la justicia para hacerse del conocimiento de cualquier asunto es del o que habla este mandamiento.
IV. LOS HONORARIOS PROFESIONALES. Hacer de la abogacía un mero lucro es corromper la profesión. Sin embargo, es justo cobrar por el servicio prestado, tomando en cuenta...