Derecho Tributario

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Principio de la Realidad Económica y el exceso de la potestad
Calificadora del fisco.
Por Alberto Tarsitano

Reflexiones Preliminares

Desde antiguo la ley de procedimientos tributarios de la Argentina 1 (Ley N°
11.683) incorporó un preceptodirigido al intérprete que le manda atender el
fin de la norma y su significación económica. La redacción original se
mantuvo sin cambios hasta el presente.
Por tratarse la norma tributaria de una norma ordinaria, la indagación del fin
no hizo más que plasmar el principio de interpretación por antonomasia,
desde que se atribuye a la ratio legis la más pura realización del ideal
universal dejusticia contenido en la proposición normativa. De manera
complementaria a dicha pauta exegética, la inmediata referencia a la realidad
económica se entiende como indicativa de la especialidad que trasuntan las
relaciones económicas subyacentes a los impuestos.2 Así lo entiende García
Belsunce, para quien el método que tantos desvelos ha provocado a los
tributaristas contribuye a fijar en formaexplícita el sentido con que debe
hacerse la interpretación de la finalidad de la ley, pero con la importante
advertencia de que ningún nuevo factor de orden metodológico introduce en
el campo de la hermenéutica jurídica toda vez que cualquier investigación del
fin de la ley siempre se orientará hacia la naturaleza especial de las
relaciones que se regulan.3

En nuestro país, el método de larealidad económica se instaló al influjo de la
tradición germano-italiana imperante en los años treinta, difundida a través
de las ideas de Vanoni y otros discípulos de la Escuela de Pavía, entre los
1 “El principio de la significación económica” fue incluido por el Decreto 14.341, del 20 de mayo de
1946.
2 Esta complementariedad llega al extremo de la identificación en la doctrina de laCorte Suprema,
que en reiteradas oportunidades ha sostenido que en materia impositiva “toda interpretación debe
realizarse atendiendo esencialmente a la realidad económica de que se trate, de modo tal que el
propósito de la ley se cumpla de acuerdo a los principios de una razonable y discreta interpretación
de sus términos” (Fallos 302: 661).
3 GARCÍA BELSUNCE, Horacio A., “Temas de DerechoTributario”, Ed. Abeledo Perrot, 1982,
pág.155.
2
que se cuenta a su principal mentor, Dino Jarach, cuya obra influyó de
manera decisiva para que la tesis tuviera en la Argentina un profundo
arraigo.
La sola formulación del mandato genérico referido a la interpretación
finalística de la ley probablemente no hubiera causado la controversia que
luego originó de no haber sido por la atribuciónsimultánea de la potestad
calificadora de los hechos que caen bajo el alcance de la ley, con lo cual se
faculta al interprete (a la Administración, en primer término) a dejar de lado
estructuras jurídicas inadecuadas que no reflejen cabalmente aquella
realidad económica. La fórmula elegida, que todavía hoy mantiene el
lenguaje alambicado de origen, es confusa y ha despertado numerosas
dudassobre su alcance. La totalidad de las legislaciones provinciales la han
reproducido con términos similares4.
Ha sido como consecuencia de su incorporación al ordenamiento positivo
que el criterio de la realidad económica en la aplicación de la ley tributaria
goza en la Argentina de un gran predicamento, como lo revela su habitual
invocación en las sentencias de los tribunales y la tendencia dela
administración fiscal a recurrir de manera permanente al concepto para
legitimar sus decisiones. Sin embargo, con demasiada frecuencia lo utiliza
para servir a fines diversos, o lo aplica de manera indiscriminada, con lo cual
en lugar de servir con eficacia a la prevención de conductas disvaliosas, se
transforma en un instrumento proclive a la aplicación interesada de la ley.
En nuestra...