Desde que el gobierno militar piso la casa rosada

Desde que el gobierno militar piso la Casa Rosada y puso en marcha el genocidio, sabía que el futbol era un deporte que movía pasiones y multitudes en Argentina.
Para probar todo esto, organizabael undécimo campeonato mundial de futbol.
El mundial de 1978 fue una pantalla para esconder las atrocidades de la dictadura. Videla, presidente del gobierno de facto planteo un plan de comunicación ydistracción preciso para que los argentinos desconocieran la situación real que se vivía a la vuelta de la esquina.
En el estadio Monumental de Buenos Aires en la ceremonia inaugural, el generalVidela condecoraba a Havelange, a corta distancia de allí estaba en pleno funcionamiento el Auschwits, el centro de tormento y exterminio de la escuela de mecánica de la armada (ESMA) y algunos kilómetrosmas allá los aviones arrojaban a los prisioneros vivos al mar.
El futbol, el entretenimiento, la fiesta, fueron los actores de un circo montado y manipulado por los militares.
Varios años despuésOsvaldo Ardiles (ex jugador) comento “Duele saber que fuimos un elemento de distracción”
Los jugadores también fueron víctimas de un proceso en el que predomino el engaño sobre el deporte.
Como enotros regímenes autoritarios, el deporte sirvió para ocultar los crímenes del Estado. El titulo de una copa del mundo, la primera ganada por la selección, no solo trataba el futbol si no que tambiénestaba marcado de corrupción, muerte y miedo.
La corrupción de la junta militar no termino allí. Aunque nunca se pudo demostrar, la goleada 6 a 0 a Perú en semifinales mancho la historia de losmundiales de la Fifa. Tras el triunfo de Brasil 3-1 a Polonia, Argentina necesitaba más de tres goles de diferencia para avanzar a la final contra Holanda en El Monumental. En Rosario se consiguió lo que sebuscaba, goles de sobra. Ninguno de los jugadores peruanos admitió coimas, aunque si un hecho curioso: la intimidante aparición de Videla en el vestuario antes y después del partido.
Nadie podía...