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Proyecto de reutilización social de viviendas ociosas de la Ciudad de Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires tiene una población total de 2.891.082 habitantes, aproximadamente 15.253 mil personas viven en la calle (1), mientras cerca de 120.000 inmuebles se encuentran deshabitados (2). Se torna imposible ignorar que estamos ante un contexto de pobreza, exclusión y falta deoportunidades para las familias, transformando cada rincón de las calles porteñas, en hogares sin condiciones básicas de infraestructura, higiene y privacidad. Ante dicha situación humana y habitacional, entendida como un fenómeno común a las grandes ciudades, se sugieren medidas de potencialización del mercado inmobiliario de alquiler, a través de la revitalización social de viviendas y, por lotanto, la disminución de la población de calle. De acuerdo con un previo incentivo al propietario para la incorporación del inmueble al mercado y la penalidad o acuerdo forzoso de alquiler, se pretende reavivar la utilización de la propiedad desocupada como hogar, habilitando y facilitando el acceso de las personas que viven en la calle a una nueva condición.
(1) Datos del 2009. Informe Salud en laCalle, producido por Médicos del Mundo. (2) Datos del Centro por el Derecho a la Viviendo. COHRE.

Contexto
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se compromete con las leyes y derechos de la Constitución Nacional e instrumentos internacionales de protección de los Derechos Humanos que garantizan el derecho a la vivienda a todos los habitantes “para nosotros, para nuestra posteridad, y para todoslos hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino” (Preámbulo de la Constitución Nacional). Sin embargo, hoy 15.253 personas duermen en la calle. La capital argentina diseña un escenario de expansión de la marginalización social, originada por una urbanización y sociedad regida por las leyes del mercado, sin espacio para la población que no pertenezca a las clases capaces desostenerlo, como son aquellas en situación de calle, es decir, ciudadanas y ciudadanos privados de bienes materiales, infraestructura y soporte social, que sobreviven en los espacios públicos u ocupaciones ilegales de edificaciones privadas. Instituciones, iglesias y movimientos que trabajan en la calle acompañando a las personas que allí viven, como es el caso de Médicos del Mundo - fuente de parte de losdatos estadísticos de este documento - exponen las condiciones en que se encuentran esas personas y, a pesar de haber divergencia entre la información gubernamental de la

realidad callejera de Buenos Aires, lo que se ve con tan sólo caminar por la ciudad, habla por si mismo: el número de ciudadanos en las calles ha aumentado de forma brutal en los últimos años. La pelea que sostienen lasempresas (apoyadas por los órganos públicos) por los espacios urbanos y por su transformación en negocios inmobiliarios, entre otras consecuencias, facilitan la individualización del ser humano en nombre de la propiedad privada. Tienen espacio quienes pueden pagar y por lo tanto son estos los miembros elegidos para formar parte de la ciudad. El resultado son casas y más casas deshabitadas, tapiadas,esperando al inquilino perfecto que pague lo que se espera. Mientras que afuera, al otro lado del cemento hay gente desabrigada, sin casa, techo, ni trabajo digno, y por lo tanto, carente de garantía de inmueble para un alquiler, con la esperanza de encontrar algún un día una casa para vivir. Organismos públicos encargados de garantizar el acceso de los habitantes de la Ciudad Autónoma de BuenosAires a las viviendas, vienen bajando su presupuesto de forma constante (de 500 millones ya ha bajado a menos de 120 millones de pesos en los últimos años) y a pesar de haber convenios para la construcción de viviendas, nunca terminaron de ser ejecutados. Las políticas de inclusión e integralidad social entre la población que habita la ciudad de Buenos Aires son disfrazadas por soluciones...