DIA DE NAVIDAD

NAVIDAD
El día de Navidad, para mí, comenzó muy tarde. Desperté alrededor de las 11 del día. Fui la segunda en ponerme de pie, mamá ya había calentado ponche y estaba viendo el televisor, mientrasque mi papá y mis hermanos aún seguían en la cama.
Después de lavarme la cara y abrigarme, fui directo a la cocina, me serví un vaso enorme de ponche sin fruta y acompañe a mamá a ver el televisor,recuerdo que había una película extraña, pero a ella parecía tenerle muy entretenida.
Pocas veces son las que al año puedo estar cerca de mi mamá y estar a solas con ella era algo que no podíadesaprovechar así que como pude y sin sacarla de su concentración me fui acurrucando poco a poco a su lado, al final ella lo noto, me abrazo fuerte y me dijo que era muy feliz por tenerme allí aunque solofueran unos días, y como era algo que ninguna de las dos quería mencionar –que pronto me iría- cambiamos de tema.
No paso mucho tiempo para que mi papá y mi hermanita despertarán y nos acompañarancon su respectiva taza de ponche.
En mi casa no se acostumbra el recalentado de la noche del 24 porque ese día preferimos ir a la casa de mi abuelita Manuela (mamá de mi mamá) y disfrutar de todoaquello que ella preparara para la noche anterior.
Alrededor de las dos de la tarde, mi mamá, mi hermana y yo estábamos arregladas y listas para ir a la casa de mi abuela, mi papá y mi hermano no irían,prefirieron quedarse en casa.
La familia de mi mamá es sumamente grande, tiene 15 hermanos es por ello que la casa de mis abuelos es enorme, cosa que a los nietos no encanta de sobremanera pues, incluso,tiene pasillitos entre muros que dan a cuartos escondidos y que cuando tienes 10 años aprecias increíblemente para jugar. Obviamente ya tengo 21 años pero no por ello me deja de sorprender la casatan enorme y bella que construyeron mis abuelos.
Cuando llegamos a la casa de mi abuelita aun había todo aquello que nos señalaba que había sido una gran noche: vasos a medias con ponche, refresco,...