diario de bitacora
Siempre tuve y tengo tantas ganas deestar con los más pequeños; mi vida se encuentra constantemente rodeada por niños de cortas edades pero no es lo mismo estar con algún niño de lafamilia, a concurrir a una institución donde nunca te han visto y debes establecer el vínculo desde cero. Donde tienen a sus señoritas con lascuales comparten el día a día y están en continuo contacto desde el primer día de clases.
Pero el desafío me gusto porque es justo ahí donde mepongo a prueba yo misma, y de la misma manera me tocara en un futuro entrar en la vida de los pequeños sin haber tenido antes ninguna clase derelación ni contacto con ellos.
Pero a la vez sé que están llenos de amor, ternura e inocencia y creía ser capaz de llegarles y que me dejen ser partede sus actividades.
Estaba llena de intrigas, ansias, nervios y más. ¿Expectativas? Si, muchas; que ganas de verlos en acción, tanto a ellos comoa las seños; ya que nunca había tenido la posibilidad de presenciar hasta ahora algo así. Ver como lograban ser parte de una clase, como sedisponían a participar de las propuestas de la seño. Como la docente era capaz de armar una clase donde logre atrapar a la sala, saber que ellos seinteresan por las propuestas es asombroso; pero mi enteres era observarlos, ser parte de eso, no solo imaginarlo sino afirmar lo imaginado.
Regístrate para leer el documento completo.