Diario De Un Comerciante

Diario de un comerciante

Aunque era proveniente del sur de mi natal y querida Italia, esto del comercio de la seda era nuevo para mí. Muchos me  habían recomendado este viaje por que se ganabamucho dinero, así que utilice parte de mi fortuna en este peligroso viaje.
En el puerto me encontré a un español de nombre Gerardo, con las mismas ambiciones que yo. Debido a que íbamos en el mismorumbo, decidimos hacer negocios juntos.
En nuestro camino hacia Jerusalén, conseguimos el apoyo de otros mercaderes para emprender el viaje hasta la lejana china.
Nuestro primer desafío fue encontraralguna manera de transportar nuestros productos por el desierto, después de lograr domar los camellos y preparar nuestra caravana empieza la verdadera aventura.
Mientras Gerardo le daba de comer a loscamellos, me di cuenta de cómo estábamos siendo vigilados por ladrones, supe que eran ladrones puesto que son los únicos seres humanos lo suficientemente locos como para establecerse de manerapermanente en el desierto. Esperamos durante horas el ataque, pero parecía que se habían retirado. Justo en el momento que nos preparábamos para dormir, fui herido en el brazo por una sutil flecha. Para mibuena suerte Gerardo era medico y pudo curar mi herida, en ese momento descubrí que este español estaba lleno de sorpresas.

A los pocos días, llegamos a un pequeño pueblo al lado de un oasis, lagente se mostro muy amable y nos dio alimento, bebida, hospedaje y joyas preciosas. Debido a que carecían del conocimiento del espejo, decidí regalarles unos cuantos de nuestros espejos, los cualesrecibieron encantados.

Fue un cambio súbito, al cambiar del calor abrazador a un frio que llegaba hasta los huesos. Al empezar a atravesar las montañas, nos dimos cuenta que nuestros camellitos nollegarían a nada, por lo tanto los dejamos con un sultán amigo mío, que habitaba esas regiones. También compramos unos caballos de montaña recomendados por mi amigo.

Bajando las pirámides, nos...