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La imagen frente a los medios
Ya van 20 años de del asesinato de Sandra Catalina Vásquez asesinada en una estación de
policía, el jueves 28 de febrero se entregó el primer monumento para recordar la muerte de la
niña, Sandra Guzmán, madre de Sandra Catalina Vásquez Guzmán, una niña que con tan sólo
9 años fue abusada sexualmente y asesinada en 1993 por Diego Fernando Valencia Blandón,
quien en esa época era policía de la Estación Germania de Bogotá. Pero a Sandra el Estado
jamás le ha puesto atención. Quizá sólo hoy, con el primer y único acto simbólico que le han
ofrendado para no olvidar a su hija: una placa con el nombre de Sandra Catalina, rodeada de
un hermoso jardín, ubicada en el parque que está al frente de la estación de Policía donde se
cometió el atroz crimen.
El domingo 28 de febrero de 1993, Sandra Guzmán se dirigió, junto con su hija, al lugar de
trabajo del padre de la menor, Pedro Gustavo Vázquez, en ese entonces policía. “Eran las 9 de
la mañana, mi hija creyó ver a su papá y entró a la estación (de Germania), y yo no le vi ningún
problema. Pero después de 20 minutos empezó ese ‘sexto sentido’ de madre y fue cuando
encontré a mi chiquita en el tercer piso violada y estrangulada en un baño. Está en mi cabeza
como si hubiera pasado hace 10 minutos”, recuerda Guzmán, que poco se atreve mirar a la
estación que está a su espalda.en un principio se presumió que el padre fue el autor del
crimen. Sin embargo, las autoridades lograron establecer que el verdadero criminal era el
patrullero Valencia Blandón y a pesar de que lo sentenciaron a 45 años de cárcel solo pagó 10,
entre 1996 y 2006, acreditando buen comportamiento y estudios al interior de la prisión. El
corto periodo que pagó de condena el patrullero generó en la abuela de la niña, Blanca Aranda,
repudio contra la institución porque, asegura, “no se hizo verdadera justicia y hubo impunidad.”.
El Consejo de Estado ordenó que se pagarán $500 millones a Vásquez porque en su demanda
se argumentó que estuvo preso durante 16 meses, que además de la muerte de su hija
también le causaron perjuicios morales. La madre y la abuela de la niña, sin embargo,
terminaron enredadas en términos jurídicos de plazos y vencimientos que les impidieron poner
una demanda a tiempo para poder ser reparadas igualmente. Lo único que han recibido las dos
mujeres es una carta que les mandó la Policía cinco días después del crimen, en la cual les
ofrecían condolencias. “No estoy de acuerdo con toda la farsa que hicieron el año pasado
pidiéndole perdón a Pedro.Asimismo, la abuela y la madre de la niña quedaron también
bastante inconformes por un episodio ocurrido en 1999: “Le solicitamos al director de la Policía
de esa fecha, general Luis Ernesto Giliberth, que como reparación integral a las víctimas se
realizará un homenaje en honor a la niña y en él se pidiera perdón por parte de la institución. El
general de palabra nos dijo que sí, que enviamos los documentos, pero a los tres meses me
llegó una carta de la oficina jurídica de la Policía Nacional diciéndome que habían estudiado la propuesta y que no era viable”, contó el representante de las víctimas en el proceso.
La imagen que refleja esta noticia está inmersa en la intolerancia por parte de la policía
nacional la cual no toma con verdadera preocupación los medios toman el punto de vista tanto
de la madre como de la policía, solo con un monumento después de 20 años eso no compensa
todo el dolor que ha ...
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