Doctrina drago sobre bahias historicas

Doctrina Drago acerca de las bahías históricas.

LUIS M.  DRAGO
EL   ARBITRAJE SOBRE PESQUERÍAS DEL ATLÁNTICO NORTE
Motivos para la disidencia en la cuestión invocados por el doctor Luis M. Drago:
(Se incluye sólo los argumentos centrales)
Si la bahía de que se trata no es bahía de los dominios de Su Majestad Británica, los
pescadores americanos tendrán el derecho de pescar en ella,excepto dentro de las tres millas
marinas de distancia, es decir, se presume, dentro de las tres millas marinas contadas desde
una linea tirada de cabo á cabo ». (Memorial de los Estados Unidos. Apéndice,pág. 629). A
este respecto debe reconocerse, ante todo, que no parece existir ninguna regla de Derecho
Internacional que pueda considerarse como definitiva, ni aun en lo que se refiere al margenribereño do aguas territoriales. La vieja fórmula del tiro de cañón disparado desde la orilla,
cristalizada luego en las tres millas marinas medidas desde la línea de las bajas mareas,
llegará probablemente á modificarse más tarde, pues varias naciones pretenden un radio
jurisdiccional más extenso y el Instituto de Derecho Internacional ha recomendado
recientemente una ampliación (i). La razónes muy obvia. La cintura marginal de aguas
territoriales basada, originariamente, en el disparo del tiro de cañón, tenía por fundamentóla
necesidad, para el país ribereño, de precaverse contra ataques exteriores, circundándose de
una especie de zona aisladora que, razonablemente, debe acrecentarse con la más grande
posibilidad de ofensa, debida al alcance mayor de la artillería moderna.Relativamente á las
bahías, se ha propuesto como regla general (sujeta á importantes excepciones) que la cintura
marginal de aguas territoriales se adapte á las sinuosidades de la costa, más ó menos en la
forma que los Estados Unidos pretenden en el presente litigio, de tal suerte que, dada una
cintura marginal de tres millas, como la del Tratado que consideramos, sólo deben tenerse porterritoriales las bahías cuya entrada no exceda de seis millas. (Véase el informe de Sir
THOMAS BARCLAY al instituto de derecho internacional. Anuario, 189^, pág. 129, cu que, con
razones muy serias, se recomienda estos límites). Es también estala doctriua que WESTLAKE,
el eminente internacionalista inglés, ha resumido en breves palabras: i) Noruega reclama ocho
millas,   España  seis millas,   nuestro Código Civil   fija doce millas . «En cuanto á las bahías,
dice, si la entrada de una de ellas no es mayor de dos veces la anchura del mar litoral de que
goza el país de que se trata, esto es, no es de más de seis millas marinas en la generalidad de
los casos, (de ocho relativamente á Noruega, etc.), no hay acceso desde el mar abierto hasta
la hahia. sin pasar por las aguas territoriales delpaís en cuestión y la porción interna déla había
pertenece al país citado cualquiera que sea la expansión que llegue á alcanzar. La línea tirada
de orilla á orilla un la parte que. viniendo de mar afuera, la anchura se contrae hasta la
distancia que se ha mencionado, tomará el lugar de la línea de las bajas mareas y el mar litoral
de pertenencia del Estado se medirá en dirección al exterior desdeesa línea hasta la distancia
de tres millas, ó más, que á ese Estado corresponda. » (WESTLAKE, International Law, vol. I,
pág. 187.) Pero el ilustrado autor cuida de agregar  «Aun cuando ésta sea la regla general, ella
sufre frecuentes excepciones cuando se trata de bahías que penetran profundamente tierra

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adentro y se llaman golfos.Muchos de estos, por uso inmemorial, son reconocidos como mar
territorial de los Estados dentro de los cuales se internan, no obstante ser mayor su entrada
que la que, por regla general, se asigna como límite para la apropiación de bahías » ; y luego
cita como ejemplos de esta clase, la bahía Concepción, en Terranova, que considera
absolutamente británica, las bahías Chesapeake y Delaware...