Document sans titre
me había dicho fue: “
Los hombres que valen la pena cruzan el mar de la vida nadando. Los demás se contentan con bañarse en la orilla. Tu padre es de los hombres que se quedan en
la orilla, no tiene las agallas para verme enterrada en mi tumba y criar a sus propio hijos. Dijo con voz ronca y acomodándose en la camilla de su cuarto de hospital, apenas puede
abrir sus hermosos ojos azules. Aunque ya no le quede ni un pelo en su cabeza sigue luciendo hermosa, miro al otro extremo de la habitación con ganas de llorar, no quería que
el último recuerdo que se llevara de mi fueran mis lágrimas No seas como el Elliot, tienes
un alma hermosa dentro de ti, puedo verla, asegúrate de que siga siendo pura como el dia de hoy… ¿Tienes miedo? me pregunto tomando mi barbilla con sus frías manos para que
la mirara, ¿Que si tengo miedo? ¿Que esperaba de un niño de 9 años? ¡Por supuesto que tengo miedo! Tengo miedo de perderla… No moví ni un músculo, me quedé petrificado
sentado en el banco al lado de su camilla Se que si, no te hagas el fuerte conmigo cariño, yo tambien tenia miedo pero ya no, solo espero que la vida sepa tratarte como lo mereces,
necesito que sigas adelante y que cuides de Ellie, aun siendo mayor que tu es mas
inmadura y quiero que la cuides por mi ¿Crees que podrás hacerlo por mí? asentí con la cabeza Acuéstate a mi lado me pidió mientras se movía en la cama para dejarme un
espacio a su lado, me recosté en la cama cuidadosamente, no quería lastimarla, estaba tan frágil y vulnerable. Quede acostado frente a ella y para poder mirarle el rostro tenía que
inclinar la cabeza hacia arriba Tienes unos ojos preciosos Elliot, no dejes que nadie diga lo contrario dijo mientras me acariciaba el rostro, estaba tan pálida y el tacto de su mano en
mi cara se sentía como miles de agujas atravesando mi piel; ya estaba más que seguro de ...
Regístrate para leer el documento completo.