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ALIMENTARIA
DE
RIESGO
EN
ADOLESCENTES
ESCOLARIZADOS
Cuando se habla de desórdenes alimenticios se hace referencia a la
problemática alimentaria en un amplio espectro que abarca problemas relacionados
con sobrepeso como con infrapeso, que se definen como un patrón de conducta
anormal respecto a la ingesta de alimentos y el balance energético. Por otra parte,
el término conducta alimentaria de riesgo se refiere a los hábitos alimenticios que
pueden desencadenar desórdenes relacionados con el infrapeso (anorexia y
bulimia).
Así, el interés de este trabajo se centra en conocer cómo es que diversos
contextos (familia, escuela y comunidad) mediados por una serie de variables
personales (psicosociales), influyen en la conducta alimentaria de riesgo en
adolescentes escolarizados. Es decir, consideramos que estas variables
psicológicas actúan directamente en la conducta alimentaria de riesgo y a la vez
como mediadoras en la relación entre los diversos contextos y dicha conducta
desadaptativa de la población estudiada.
El abordaje de los desórdenes alimenticios en el adolescente se han centrado
en el análisis de factores que aun y cuando regularmente se encuentra una relación
empírica significativa, generalmente no resulta funcional tanto en términos
explicativos como predictivos, y por consiguiente en el plano preventivo y
terapéutico. Existe un consenso general en relación a que la investigación,
prevención y tratamiento de los desórdenes alimenticios deben de contemplar un
abordaje multi e interdisciplinar en donde factores de índole biológicos,
socioculturales y psicológicos inciden en la etiología, desarrollo y mantenimiento de
estos problemas.
Por otra parte, los desórdenes alimenticios obedecen a un continuo en donde
tanto los problemas de infrapeso como de sobrepeso abaten no solo a los países
occidentales sino que se extienden por el proceso de aculturación a los
NOMBRE:
Fabricio Parada
CURSO:
3ro
de Bach. “C”
denominados países occidentalizados entre los cuales podemos contar a nuestro
país.
Se asume que el carácter consumista de la cultura occidental ha generado
problemas alimentarios tanto de desnutrición como de sobrealimentación.
En la época actual el consumo de alimentos de alto contenido calórico por
ejemplo el consumo en la dieta norteamericana respecto al consumo de queso a
través de la popularidad de la pizza y el consumo de refresco embotellado ha aumentado mientras que el consumo de leche ha disminuido este cambio de dieta
aunado al aumento en el número de madres que han incursionado en el ámbito
laboral y el cada vez más frecuente número de familias con un solo padre ha
generado una cultura alimenticia de ―comida rápida‖ propiciando de esta forma
un ambiente obesogénico.
En los Estados Unidos la prevalencia de peso excesivo se ha incrementado
al doble en los últimos 25 años, y en la misma proporción en los últimos 10 años en
el Reino Unido, mientras que en Australia, la prevalencia de obesidad en la niñez se
ha visto duplicada, y triplicada entre 1985 y 1995 (Milne, Simpson, Johnston,
GilesCorti & English, 2007).
En nuestro país, se ha considerado a la obesidad como riesgo para la salud
ya que esta se asocia con un riesgo más alto de padecer diversas enfermedades
crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión y enfermedades
cardiovasculares consideradas como enfermedades emergentes que constituyen el
52% de muertes en nuestro país.
En los países desarrollados, los niveles de ...
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