Dulcinea
La inquisición estaba en su máximo apogeo, en un pueblo deEspaña llamado Sicilia había una joven humilde, hermosa dedicada a cuidar a su madre que estaba enferma, ella mantenía a su Madre ella salía, cantando canciones que desde pequeña le enseñó su Madre.
Ella mantenía escondida su Madre ya que la inquisición buscaba a las mujeres enfermas para marcar las ya sea en la hoguera o un auto de fe porque pensaban que estaban malditas por Satanás y negaban aDios, la joven humilde así como su nombre lo decía Dulcinea era atractiva pesar de todo pero no sabía leer no sabia escribir, como todos los días ella salió a comprar las medicinas de su Madre con muy poco dinero que ganaba cantando canciones a los niños pobres.
Ella se sentaba en una esquina ponía un pedazo de tela y ahí depositaban las pocas monedas por su bello canto, una esquina un poco suciapintarrajeadas por los bandoleros y salía escondidas, la inquisición controlaba todo.
Un día común y corriente un apuesto joven escucho la melodía camino se acercó a ella, mientras ella cantaba y recitaba el la escuchaba, los niños atónitos cantaban junto con ella la canción decía así “niños niños a jugar porque tienes a tu mano izquierda la sonrisa que Dios te va ayudar”.
El joven se acercóy le preguntó:
-¿Crees en Dios?-Dijo. ¿Si crees en Dios porque no esta aquí escuchando? Esa angelical voz.
Ella respondió- Si creo en el por que aun sigo viva, y tengo este don que es el cantar.
-Yo no creo en el, mis padres fueron asesinados por la inquisición y yo jure en lo mas recóndito de mi ser que me vengaría de cada uno de ellos-dijo el
La venganza es mala-lo miro conadmiración no pensaba que un hombre tan guapo hablara con tanto rencor pero ella entendía ya que había visto perder a gente querida por la inquisición desde ese momento ella quedo flechada ella nunca se enamoro pero esa ves fue intensa, fue una llama que prendió con tan solo unas palabras.
-¿Como te llamas?- dijo Dulcinea
-Me llamo Leo y ¿tu mujer angelical?-dijo Leo
Me llamo Dulcinea-en eseinstante ella quedo impresionada por ver a un hombre tan interesante pero a la vez tan frio y lleno de rencor, desde ese instante el destino había puesto una prueba de muerte a ella.
Comenzaron a platicar, ella le comento que no sabía leer ni escribir, a lo que el se rio y le dijo que le enseñaría con una condición:
-Dulcinea quiero pedirte que si te enseño toda la sabiduría solo quiero algo acambio-dijo Leo
-¿Cuál es esa condición?-Respondió intrigada.
-Quiero que por siempre me cantes, y no solo a mi si no a todo el mundo, ya que sin ti todo seria silencio, y tiritan de frio los sueños de cada niño, por que sin tu voz no podre escuchar a un ángel cantar- Dijo Leo.
Ella rio penosamente mirándolo a los ojos, sintiendo un ardor en todo su cuerpo temblando se acerco y dijo.
-Telo prometo cantare hasta que el cielo se canse y los ángeles estén celosos de que dios tiene a la mejor voz de este pueblo olvidado, comandado por los asesinos de mujeres enjauladas.
A si paso tiempo el le enseñaba y cada día que pasaba ella se sorprendía mas de el saber de Leo, ella no pensaba en otra cosa mas que en el, quería que las horas fueran eternas y que la noche no acabara que elmañana no matara al hoy.
-Leo no se nada de ti sabes todo de mi pero yo de ti no se nada-Dijo Dulcinea
-Dulcinea no necesitas saber nada de mi, lo único que sabrás es que has calmado la soledad que tenia, a veces uno es injusto con la soledad a veces la corren, a veces la necesitan la maldicen y la aman, yo puedo ser tu descanso en tu caminar, tu cobijo en una noche de frio, ten mi mano...
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