En efecto, lo que no puede negársele a la Fundación contra el Terrorismo, es que a diferencia de los partidos políticos de la derecha neoliberal, como bien lo dijoIrma Alicia Velázquez Nimatuj, cuenta con una ideología definida la cual es heredera de lo más extremista del mal llamado Movimiento de Liberación Nacional encabezado por elhistórico Mario Sandoval Alarcón. En ese sentido la Fundación contra el Terrorismo cuenta con una ideología, con una identidad y con una solidaridad entre sus militantesy adherentes. En palabras del politólogo italiano Angelo Panebianco, la referida fundación esta agrupada primeramente en torno a “incentivos colectivos” lo cual ladiferenciaría del resto de partidos derechistas que estarían articulados, como la inmensa mayoría de los partidos políticos en Guatemala, en torno a los “incentivosselectivos”: poder, status y bienes materiales.
La Fundación contra el Terrorismo expresa la cultura del terror que hizo posible el genocidio en Guatemala. Esta cultura delterror tiene raíces coloniales en la construcción de la otredad negativa del “indio”, en el hábito explotador de la fuerza de trabajo y en el oscurantismo reaccionario. Enel siglo XIX se nutrió con el culto a la figura dictatorial y en el siglo XX, desde la insurrección en El Salvador de 1932, se articuló con el anticomunismo y laconstrucción de una nueva otredad negativa: “el comunista”. Racismo, clasismo y oscurantismo fueron componentes indispensables para legitimar la represión a cualquier forma dedisidencia y conforme se fue agudizando el conflicto interno en el país, para legitimar las acciones de terror estatal hasta culminar en la legitimación del genocidio.
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