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AGRESIVIDAD
El drama de Alexander comenzó el pasado 12 de agosto, cuando su tía Sergia Mamani González (32) le quemó los pies como un escarmiento, porque se salió a jugar sin pedir permiso, sin tomar en cuenta que el chico tiene sólo dos años.
Aunque Alexander pasa gran parte del tiempo en una silla de ruedas y tiene vendadas las piernas, eso no le impide soñar y jugar como cualquier niño desu edad. Durante su estancia en el servicio de quemados del Hospital, disfrutó de juegos, hizo amigos y, claro, se pasó varias horas frente al televisor viendo sus dibujos favoritos, con los demás niños internos en el pabellón de quemados.
Cuando llegó ni hablaba, pero ahora es despierto, sociable y camina un poco. Aquí se lo baña, le dan de comer. Lo malo es que volverá a su hábitat y ahívuelven a sufrir.
AYUDA
Su caso conmovió de tal manera que mucha gente, del país y de otras partes del mundo, ayudó aportando recursos en efectivo, que llegaron hasta los 2.000 dólares. El Movimiento Sonrisa lleva las cuentas

SANCIONES
La tía guarda reclusión en la cárcel de Sacaba. El niño tiene 90 días de impedimento. Aunque fue dado de alta, debe seguir en tratamiento ambulatorio por lo menospor seis meses. Su madre llegó de Chapare y dijo no haberse enterado.
Niña maltratada
Marjori tiene siete años y una mirada, aunque triste, con ciertos visos de picardía. A su corta edad, durante los últimos cinco meses de su vida, se vio enfrentada a viajar sola en autobús, luego en lancha, pasando por maltrato físico y a veces sin que le dieran de comer.

“Era una señora y dos hombres, unobajito y otro alto. Me pegaban con un cincho porque decían que yo me portaba mal, no me daban de comer, yo vomitaba mucho porque estuvimos en una lancha mar abierto con otras 10 personas, uno de ellos, creo que era un niño guatemalteco”, recuerda la pequeña.

Aunque Marjori asegura no recordar muy bien cuantos días duró su travesía, desde que su abuela la entregó en Ecuador al hombre quesupuestamente la traería en avión a los Estados Unidos, en repetidas ocasiones reiteró el mal trato físico del que fue víctima.

“Llegamos a una casa con árboles, después a una lancha en la noche, pasamos escondidos para que inmigración no nos viera, un hombre gritaba escóndanse bien para que no nos agarren. Después me pusieron un plástico alrededor de mi cuerpo para que no me ahogara porque atravesamosun río con una llanta gigante”.

Sin precisar cuanto tiempo transcurrió, Marjori, evidentemente quiere olvidar todo lo que pasó y sólo desea disfrutar de su nuevo hermanito de casi cuatro años y el reencuentro con sus padres a quienes no veía desde hacía seis años.

“Nos fuimos por un desierto, todo lo que me daban de comer eran mangos, después nos fuimos a una casa, pero allá no me daban decomer”.

“Fuimos de un aeropuerto pequeño a uno grande, con los dos hombres y la mujer, no se donde me llevaron, la gente hablaba un poco de español y mucho en inglés. No me escapaba porque me daba miedo. A mi me habían dado el número del teléfono donde estaba mi mamá, pero la mujer me quitó el papel y no sabía a donde llamar”.

Dibujando cuidadosamente, mientras relataba su historia, Marjoridice que “cuando estaba en un apartamento, en un sitio que se llamaba San Isidro, llegó un hombre llamado Harold con una señora, ellos me trataban bien, no me pegaban y me daban de comer, pero cuando fuimos a otro aeropuerto me dijeron que si me preguntaba la policía yo tenía que decir que ellos eran mis padres.

Cuando me preguntaron, yo dije que no, entonces nos llevaron a una cárcel, hacíamucho frío, nos tapábamos como con dos cobijas”.

Sin entender el por qué, Marjori asegura que “a ellos los dejaron salir y a mi me dejaron sola. Después me trasladaron donde una señora que era muy buena, hasta que volví a ver a mis papás”.

En medio de su inocencia, Marjori dice tajantemente que “yo no quiero que a mi hermanita la traigan así, no quiero que sufra ni ella ni ningún otro niño...