el alcalde de zalamea
El mágico prodigioso es, entre todas las obras deCalderón de la Barca, la que más atraía a Azorín. García Lorca la consideraba "tan grande como el fausto" y el mismo Goethe en Alemania, o Shelley enInglaterra, la exaltaban como una creación genial. Obra densa y compleja, su intención dominante es, sin duda, teológica y moral. Pero se trata de un dramaque se desarrolla en el Barroco español y el código de honor domina férreamente el comportamiento de los personajes. Si a ello se añade el ímpetu deamor que mueve todas las escenas, se comprenderá la fuerza colosal de una obra en la que el ingenio teatral de Calderón de la marca se despliega entoda su deslumbrante riqueza. Bernard Sesé, catedrático de la Sorbona de París, ha depurado el texto y, tras analizar con detalle la trama doctrinal ytodos los componentes estéticos de la pieza, la anota paso a paso, para que el lector de hoy la contemple como un espectador de la época de Felipe IV.
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