el alferez real

Al alférez realCapítulo 1En marzo de 1789, tres jinetes iban en dirección a la hacienda de Cañasgorda.El primero era un joven como de 22 años, llamado Daniel, con ojos negros y rasgados y una mirada rasgada y un tanto melancólica, montado sobre un potro de gran tamaño color blanco sonrosado. El llevaba puesto una camiseta blanca, chaqueta de color pardo, una ruana de colores y un sombrero decolor blanco hecho en paja. Los pantalones de color blancos y cortos. Una hebilla, medias blancas.El segundo era un sacerdote llamadoel reverendo padre Fray José Joaquín Escovar. Él era de mirada profunda, llevaba una ruana, un sombrero de, iba en una mula retinta de buen paso y aparecer muy mansa. El ultimo era Fermín un joven. Era de color mulato, ojos de color pardos. Llevaba una camiseta, ruana,pantalón de manta, y un sombrero.Ellos atravesaron el llano de Isabel Pérez y al llegar a la quebrada cañaveralito se detuvieron los jinetas, para descansar, y que sus cabalgaduras pudieran beber agua.Al entrar al llano el padre se adelantó y empezó a hablar con Daniel.Al terminar la charla el padre inclino la cabeza y siguieron su camino, hasta pasar el llano de Meléndez, y llegaron al riocristalino que se llama así.Fermín se adelantó a abrir la puerta del gran patio de la hacienda de cañas gordas.Don Manuel de Caicedo, su esposa Doña Josefina y una joven que no era de la familia que se llamaba doña Inés de Lara recibieron al padre con gran agrado.Él padre que llego con Daniel, y Fermín, era reverendo padre fray José Joaquín Escobar. Él era miembro de una familia noble de la ciudad, yque siendo abogado de la real audiencia de Santafé.Esto no era raro y además Don pedro de herrera había también tomado el mismo hábito en el mismo convento. La cena empezó y se componía de sopa, carne, pan de trigo, pan de maíz, queso, chocolate y dulce, y todo eso estaba servido en una vajilla de plata.2Cañas gorda era la más grande, más rica y poderosa de todo el valle a la banda izquierda delrío cauca. La cual estaba ubicada entre la cordillera occidental de los andes y el río Jamundí.ÉL aspecto era muy bello y pintoresco que puede imaginarse; además de que en hacia cualquier lado que se observara se podía contemplar un hermosas praderas.La riqueza de la hacienda consistía en un muy extenso número de reses (eran más de 10000), cañas de azúcar, toros, yeguas de rasas famosas, cacaotales yplatanares.Ellos tenían más de 200 esclavos todos negros los cuales estaban todos organizados por “familias”. A esas familias les daban libre el día sábado. Todos los lunes les daban comida para que lautilizara el resto de la semana. Unos hablaban español pero otros la hablaban muy mal. Ellos trabajaban en las plantaciones y reses.Al frente de la casa había un gran patio al frente en el cualestaban las cabañas de los esclavos. En el piso de abajo solo había una puerta a la sala principal y al patio interior. En el piso alto había una sala una recamaras, y cuartos.En la sala habían unos muebles grandes con el forro en vaqueta, con patas torneadas imitados los del león una gran mesa, en la cual se servía para comer.Toda la vajilla era de plata y de porcelanato importado de la china muyfina y transparente. En las recamaras estaban las camas de la señora de grandes dimensiones, de maderas finas bien torneadas y con columnas doradas. Los muebles del segundo piso eran muy parecidos.El propietario de la haciendo de cañas gordas era Don Manuel de Caicedo, el cual era coronel de milicias, registrado perpetu2’’g o de muy noble y leal ciudad de Santiago de Cali.Al entrar a la casa DonManuel de Caicedo estaba vestido con un gran chaleco de terciopelo, una hebilla de oro, camisa de lino una arandela, medias de seda y zapatos negros de cordobán. La esposa vestida con una camisa blanca de lienzo de lino, con tirillas bordadas, de mangas largas, medias, zapatos negros un rosario y una cruz de oro.
Capitulo 3 Doña ines de lara Es una huérfana la cual predio a su madre siete años...