El arbol tonto
Las hojas recibían siempre loque necesitaban y nunca había habido envidias entre ellas. Todas procuraban estar guapísimas y la verdad es que lo conseguían. La gente que pasaba por allí decía: “¡Vaya árbol más guay!” Pero un díalas raíces empezaron a pensar: “No hay derecho. Nosotras nos pasamos todo el santo día bajo tierra trabajando para que estas hojas presumidas coqueteen con los pájaros y con todo el que pasa pordelante. ¡No, y no! ¡Se acabó! No queremos ser esclavas de nadie.” Y se cruzaron de brazos, y dejaron de trabajar.
El tronco entonces no podía dar nada a las hojas, y éstas empezaron a ponerse pálidas,pálidas y a agachar la cabeza.
El árbol ya no era bonito. Los pájaros ya no venían a posarse en él. La gente ya no se sentaba a su sombra.
Así estaban las cosas cuando sucedió que se desató una terribletormenta. Terrible, pero no mala.
Se levantó un viento fortísimo, y empezó a llover a cántaros. El agua entraba en la tierra y empapaba a las raíces al mismo tiempo que el viento sacudía a las hojasde un lado para otro.
Fue entonces cuando la tormenta le dijo al árbol: “Eres un tonto, árbol. Ya no eres bonito. Pero no es porque tus hojas estén amarillas, sino porque has perdido la armoníainterior. Estáis así porque raíces, tronco y hojas no os dais cuenta de que todos sois lo mismo: sois el árbol. Las raíces pensáis que trabajáis para que otros se aprovechen, sin daros cuenta de que...
Regístrate para leer el documento completo.