EL COTONUDO

Páginas: 12 (2832 palabras) Publicado: 20 de junio de 2016
EL COTONUDO
Pues señor, había una vez una viejita que tenía un hijo galanote e inteligente y además bueno y sumiso con ella, que parecía una hija mujer. La viejita era muy pobre y siempre tenía que andar corre que te alcanzo con el real; lo único que tenía era una casita en las afueras de la ciudad y sus fuerzas, con las que lavaba y aplanchaba, para ayudar a su hijo a quien se le había metidoentre ceja y ceja estudiar para médico. Eso sí, que el pobre tenía que pesentarse en la escuela sabe Dios cómo: el vestido hecho un puro remiendo, nada de cuello ni corbata y con la patica en el suelo.
Para ir a la escuela el joven pasaba todos los días frente al palacio del rey, y dió la casualidad que a esa hora se asomaba la hija del rey al balcón. A la princesa le llamó la atención aquel joventan galán vestido pobremente, pero tan limpio que parecía un ajito, con los pies descalzos tan lavados y blancos, que daba lástima mirarlos caminar entre los barriales. ¿Adónde iría con sus alforjitas al hombro y sus libros bajo el brazo?
Por fin un día no se aguantó y mandó a una de sus criadas a que lo llamara, y cuando lo oyó hablar con tanta sencillez y facilidad, se enamoró perdidamente deljoven. Y desde entonces lo esperaba en el jardín para conversar con él.
El joven también se había enamorado de la princesa quien era un primor de bonita: con una cabeza que era como ver el sol de rubia y en la que cada hebra era crespa como un quelite de chayote. Además era buena y noble, que no tenía compañera, y ella tan lo mismo trataba al pobre que al rico. Pero el joven se había guardado concandado su enamoramiento, porque ¿en qué cabeza podría caber que una princesa se casara con un chonete como él, que no se calzaba porque no tenía con qué comprar zapatos?
Pero así es el mundo, y la princesa al ver que el muchacho no tenía trazas de decirle: “Tenés los ojos así y la boca asá”, dejó a un lado la pena y un día, sin más ni más, le declaró que estaba enamorada de él. Al principio eljoven creyó que era por burlarse, pero al fin acabó por convencerse de que le estaba hablando de deveras.
Entonces le dijo: –Mire, es mejor que no pensemos en esto. Yo soy lo que se llama un arrancado. Es de las cosas que no hay que pensar dos veces, y lo mejor que yo puedo hacer es decirle adiós y no volver ni a pasar por esta calle.
Pero la princesa, que también era muy cabezona, se le prendió comouna garrapata y acabó por hacerlo aceptar una bolsa llena de oro para que se fuera a tantear fortuna. Ella le juraba esperarlo. El partió a rodar tierras. Un día se embarcó, naufragó el buque en que iba, y por un milagro de Dios quedó vivo para contar el cuento.
Hecho un ¡ay! de mí, regresó a su país. Su madre lo recibió con gran alegría.
Allá, entre oscuro y claro, se envolvió en un cotón, sepuso un gran sombrero, las dos únicas cosas que trajo de su viaje, y fue a pasearse frente al balcón de la princesa, para ver si podía entregarle una carta en la que le contaba sus desgracias y la conveniencia de que no lo esperara y se casara con un príncipe. Los que lo encontraban se decían: –¿Quién será ese cotonudo?– Consiguió lo que deseaba, pero la niña mandó a buscarlo y lo convenció de quedebía recibir otra bolsa de dinero, pero en esta ocasión unos ladrones lo dejaron a buenas noches con cuanto llevaba.
Volvió a su país y otra vez a ponerse el cotón y el gran sombrero y otra vez a buscar a la princesa. Los que lo veían se preguntaban: –¿Quién será este cotonudo?– Y la criada de la princesa corrió a avisar a su ama que allí estaba “su cotonudo”, y la princesa comprendió.
En estaocasión fue más difícil el convencerlo de que debía recibir otra bolsa de oro, y la pobre niña tuvo que arrodillarse y llorar para que él la recibiera.
Se fue, se embarcó y por lo que se ve era más torcido que un cacho de venado, porque en una tempestad, el mar se tragó el barco en que iba, y a él lo arrojaron las olas a una isla desierta, sin más vestido que aquel con que Nuestro Señor lo echó a...
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