El Descubrimiento De América-Alfredo Bryce Echeniqu

Páginas: 30 (7379 palabras) Publicado: 2 de junio de 2012
El descubrimiento de América*
Alfredo Bryce Echenique
América era hija de un matrimonio de inmigrantes italianos. Una de las muchachas más hermosas de Lima. ¡Qué bien le queda su uniforme de colegiala! Su uniforme azul marino de colegiala. De colegiala que ya se cansó de serlo. De colegiala con mentalidad pre-automovilística, pre-lujosa, y prematrimonial. De colegiala que se aburre en lasclases de literatura, que jamás comprendió las matemáticas, y que piensa sinceramente que Larra se suicidó por cojudo, y no por romántico. Era su último año de colegio, y no sabía como ingeniárselas para que su uniforme pareciera traje de secretaria. Usaba las faldas bastante más cortas que sus compañeras de clase, y se ponía las blusas de cuando estaba en tercero de media. ¡América! ¡América! Si nohubieras estado en colegio de monjas, tus profesores te hubieran comprendido. Pero, ¿para qué?, ¿para quién?, esas piernas tan hermosas debajo de la carpeta. Refregaba sus manos sobre sus muslos, y se llenaba de esperanzas. Las refregaba una y otra vez hasta que sonaba el timbre de salida. Tomaba el ómnibus en la avenida Arequipa, y se bajaba al llegar a la Plaza San Martín. Cruzaba la Plaza SanMartín y sentía un poco de vergüenza de caminar con el uniforme azul. Pero a los hombres no les importaba: «Así vestida de azul, la haría bailar», dijo un bongosero que salía de un night club. América sintió un escalofrío. Pero los músicos no eran su género, ni tampoco ese flaco con cara de estudiante de letras, que la veía pasar diariamente, rumbo a la bodega de sus padres, en el jirónHuancavelica. Pero ese flaco no estaba esperándola hoy día, y a América le fastidió un poco no verlo.

Hoy no la he visto pasar sin mirarme. Amor amor amor. Volverás. Vuelve amor vuelve. Con seguridad de amor. Vuelve amor. Porque no la he visto pasar sin mirarme y voy a pedir un café y no me estoy muriendo. Vuelve amor sentir amor amar sentir.Antes. Como antes. Luchar por amar y no culos. Verla pasar amar.No culos. Sentir amor. Me ve. No me mira. Me ve. Vuelve amor. café café. Nervios. Nervioso. Ya debe haber pasado. No se había parado a esperarla, y de acuerdo con su reloj ya debería haber pasado. Las cosas mejoraban: había sufrido un poco al no verla. Estaba optimista. Quería amarla como amaba antes; como había amado antes. «Es posible», se decía. «Es posible», y recordaba que una vez se habíadesmayado al ver una muchacha demasiado todo lo bueno para ser verdad. «Es posible.» Desde su mesa, en un café de las Galerías Boza, Manolo veía a Marta que se acercaba sonriente. «Marta la fea. Inteligente. Debería quererla. No.» Marta conocía a Manolo; conocía también a América, y había aceptado presentársela. Pero antes quería hablarle; aconsejarlo. Hablar al viento.

—Siéntate, Marta.
—Yadebe haber pasado.
—Hace cinco minutos. ¿Un café?
—Bueno, gracias. ¿Y, Manolo?
—¿Mañana?
—Estás loco, Manolo —dijo Marta, con voz maternal—. No sabes en lo que te metes.
—La quiero, Marta. La quiero mucho.
—No la conoces.
—Pero estoy seguro de lo que digo. No te rías, pero yo tengo una especie de poder, una cierta intuición. No sé cómo explicarte, pero cuando veo una cara que me gusta así,adivino todo lo que hay dentro. Ya sé cómo es América. Me la imagino. La presiento.
—Y te arrojas a una piscina sin agua. Ya lo has hecho.
—Tú y tus fórmulas.
—Ya lo has hecho.
—Era otra cosa.
—Terco como una mula —dijo Marta—. Te la voy a presentar. Después de todo, ¿por qué no? Allá tú.
—¡Gracias, Marta! ¡Gracias!
—Pero es preciso que te diga que América es todo lo contrario de una chicainteligente.
—Uno no quiere a una persona porque es inteligente —dijo Manolo, desviando la mirada al darse cuenta de que había metido la pata.
—¿Y con el cuerpazo de América? ¿Tú crees que eso es amor?
—¡Nada de eso! —exclamó Manolo, fastidiado al comprobar que su mano no temblaba mientras cogía la taza de café—. Nada de eso. ojos. Su cara maravillosa.
—Y esa blusita de su hermana menor......
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