El dia
Grenouille cuando parte desde un lugar a otro, va dejando una huella o, si se quiere,espíritu maligno, que siempre que se va de una ciudad, muere quién estuvo con él y lo acogió, por obra del destino. Y más aún, el gran perfumista se convierte, a la larga, en una especie de Satanás,porque, aparte de lo que acabamos de señalar, no creía en Dios ¡Que miserable era el olor de este Dios! Dios apestaba. Dios era un pequeño y pobre apestoso. Este Dios era engañado o engañaba él, igualque Grenouille... ¡solo que mucho peor, se consideraba el dueño de sí mismo, no creía en alguien que lo estuviera rigiendo y, para aseverar más aún esta afirmación, se creía un Dios, no solamente desí mismo, sino que también, al final, de todas las personas de su mundo exterior. Asumiendo el mundo exterior como el mundo en el cual coexistimos, valdría la pena preguntarnos ¿cuál es nuestro dios? Yla respuesta sería Jesús, otra analogía, por consiguiente, sería la de
Jesús y Grenouille, que está implícita en la manera de la muerte de ambos, son juzgados, judíos y caníbales como jueces...
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