El estudiante - lectura de reflexión
Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiro al suelo. Vi que sus gafas volaron ycayeron al suelo como a tres metros de él. Miré hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimasen sus ojos.
Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije, "esos chicos son unos descarados, no deberían hacer esto". Me miró y me dijo: " gracias!".
Había una gran sonrisa en su cara; una de esassonrisas que mostraban verdadera gratitud. Lo ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa.
Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada.Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada.
Caminamos hasta casa. Lo ayudé con sus libros; parecía un buen chico.
Le pregunté si quería jugar al futbol el sábado conmigo ymis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras mas conocía a Carlos, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos.
Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Carlos con aquellaenorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije:
"Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días". Se río y me dio la mitad para que le ayudara.
Durante lossiguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Carlos decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo a la de Duke. Sabía que siempre seríamos...
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