El Experimento Cognitivo De Mark Zuckerberg
Mark Zuckerberg: ¿hombre del año? Bueno, por qué no: es un signo de los tiempos. En 2010 se firmó el certificado de defunción de la vida privada yZuckerberg fue uno de los autores intelectuales. Y al paso que van las cosas, me temo que el creador de Facebook liquidará también otra cualidad vital de nuestra existencia: el ritmo humano del tiempo.Facebook, la creación de Zuckerberg, es un universo de banalidades, de actualizaciones sin interés, de chistes babosos, de pésima fotografía, y de comentarios que reducen el espectro de las emocioneshumanas a interjecciones y onomatopeyas. No sería ni más importante ni más dañino que las páginas de sociedad de los periódicos si no fuera porque nos está haciendo cada vez menos humanos y más autómatas.Nuestro cerebro percibe fácilmente las propiedades físicas que hacen parte de nuestro entorno y de nuestra experiencia como organismo, y con dificultad las demás. Un metro nos es más inteligible queun año luz, por ejemplo, porque es una medida a la escala de las cosas que encontramos en la vida; el año luz no. Una libra la entendemos; un microgramo nos cuesta trabajo.
Con el paso del tiemponos sucede lo mismo. Biológicamente estamos adaptados a la oscilación del alba y del ocaso; a los tiempos de la siembra y de la cosecha; al transcurrir de los años; a los compases de la percusión. Sonlos ritmos de los cambios que definen la vida humana, pero el Facebook de Zuckerberg y sus descendientes, como Twitter, los están trastocando.
El Internet solía ser un lugar al que íbamos cuandoqueríamos hacer una consulta o contestar un correo. Ahora, por culpa del modelo de actualizaciones inmediatas de las redes sociales, es una cacofonía imparable de seudo-noticias, cada una acompañada de supequeño ‘bip’ mental de distracción que impide reflexionar entre una y otra.
Es el ritmo de la máquina. Y para participar en el supuesto ‘diálogo’ de las redes sociales —que más parece cháchara de...
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