El Faraón Como Deidad

Regresando al antiguo Egipto, a la época de los faraones, la revista Muy Historia nos habla de la conquista del Bajo Egipto de mano de los Reyes del Alto Egipto, momento unificador para ambosterritorios. A partir de este momento, los faraones se consideran descendientes de las propias divinidades desde el momento de su nacimiento, y tenían una subida al trono compleja que se celebrabaabiertamente por toda la población.

El declive de este tipo de monarquía divina a lo largo de los años provocó la aparición de las necrópolis conllevando una reorganización del país, un país que abandonó lapropiedad privada y se inició en el uso de la piedra durante el Período Antiguo, conocido por ser el de mayor esplendor y el final de una etapa gloriosa para todo faraón. Estos entraron en decadenciaa partir de este momento y no cesaron en intentar demostrar su poder y realeza en la creación de pirámides y monumentos cada vez más grandes.

Existían simbologías e insignias que representaban elpoder de estos reyes de manera que se pudiera distinguir su rango, logros y triunfos. Dicho poder sobre la población debía devolverse materializado en fiestas donde el propio faraón debía demostrar queera merecedor de continuar en el trono; así como rituales donde, como sacerdote supremo, delegaba las actividades religiosas sobre otros sacerdotes que llegaron a amasar grandes fortunas en tierras ystatus social a lo largo de los distintos períodos del Antiguo Egipto, llegando a ser considerados importantes y una gran influencia tanto sobre el pueblo como sobre la propia realeza.

Cuando lamuerte llegaba para el faraón su alma, que era considerada divina, debía regresar al Más Allá para unirse al resto de deidades. Gracias a Herodoto se conoce más minuciosamente el arte de laembalsamación que llevaban a cabo: técnicas, rituales y ceremonias, que dotaban al rey difunto de todo aquello que necesitaría en su viaje al Otro Mundo, así como una celebración que duraba desde su muerte...