El Fosil que nunca existio
Ya en el nuevo siglo, “El Hombre de Flores” y la clonación celular del coreano Hwang Woo – Suk, son otros grandes escándalos que contaminan el ámbito de la antropología.
Desde hace largo tiempo además, cabe puntualizar que las publicaciones científicas más “serias”, como Science, Nature o Royal Geographic, son las quereiteradamente vienen dando pábulo y cabida a esas y otras estafas científicas no menos sonadas.
Sin embargo, a buen seguro el llamado “Hombre de PIltdown” o Eoanthropus Dawsonii, es el más grande fraude antropológico jamás perpetrado, que en su momento supone un retroceso de décadas para el pensamiento paleoantropológico.
Este falso fósil, hace su aparición cuando aún estaba de moda que los estadosnacionales tuvieran su propio espécimen de primer hombre, eslabón perdido o lo que fuere. El mismo nacionalismo tan torpe como ingenuo, que llevó en su hora a Ameghino a pontificar falsamente sobre el “Homúnculus Patagónicus”, es el que motorizará al orgullo británico, en su competencia con Alemania, que exhibía ya al Hombre de Neanderthal y el de Heidelberg, con Francia, que monopoliza el PaleolíticoSuperior merced al Hombre de Cro – Magnón.
Crónica de una estafa científica
En el mes de mayo de 1912, el conservador del Departamento de Geología del Museo Británico de Historia Natural, Arthur Smith Woodward, recibe la visita de un arqueólogo aficionado llamado Charles Dawson, que le presenta algunas piezas craneanas, aparentemente fósiles, aduciendo haberlas obtenido de manos de unos obreros queextraían grava de un yacimiento ubicado en Piltdown, lugar situado en el condado de East Sussex.
En 1908 ha sido hallado el Hombre de Heidelberg, y se lo considera por entonces “el eslabón perdido”. Dawson escribe que su fósil rivalizará ventajosamente con aquel.
Woodward y Dawson, acompañados nada menos que por el célebre Pierre Teilhard de Chardin, al parecer amigo del segundo, rápidamente seconstituyen en Pitldown, donde en sus excavaciones hallan no sólo otros restos esqueletarios presuntamente del mismo “fósil”, sino también piezas dentarias y partes fósiles de animales prehistóricos, y herramientas primitivas. Con todo ello, configuran un assemblage que es presentado pomposamente el 18 de diciembre de ese año, en la asamblea de la Sociedad de Geología en Burlington House.
Ya porentonces, sin embargo, se plantean sospechas de que los restos craneanos humanoides y el maxilar inferior simiesco, pertenecen a dos especímenes diferentes. Nuevos “descubrimientos” de Dawson en 1915, acallan las sospechas: El Hombre de Piltdown, orgullosamente “británico”, es exhibido como el único y verdadero eslabón entre pitecos y humanos. No caben dudas, Gran Bretaña es la cuna de la humanidad.Se levanta incluso, por suscripción popular, un monumento evocador en el sitio del hallazgo.
Pero los interrogantes renacen. El conocimiento científico se evalúa y recalifica constantemente a sí mismo, y los hallazgos posteriores de Raymond Dart y otros paleoantropólogos en Sudáfrica, trazan una línea filogénica diferente, de fósiles con frentes simiescas y mandíbulas humanoides. Sólo el...
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