El Hombre Al Que Dos Veces El Tiempo Se Le Detuvo.

EL HOMBRE AL QUE DOS VECES EL TIEMPO SE LE DETUVO.



Salió a la oscura noche y le sonrió a las estrellas. Las brillantes en el cielo le devolvieron el saludo. Unas notas extravagantes de diversos instrumentos le llegaban desde el interior de su morada. Notó su ajeno cuerpo lleno de felicidad como en los últimos años. Sintió su mente ligera y pronunció con orgullo su verdaderonombre en voz baja. –Alberte. –Un nombre bueno para un Hombre retorcido. Ahora le llamaban de manera distinta. En esta nueva vida tenía otro nombre, el cual no se mencionará por respeto al verdadero dueño. Llegó a un punto de su vida en el que disfrutaba de su negociado éxito y el cual aún debía en la más infame de las deudas. Más allá de su balcón se dilataba la luna. Siguieron llegándole losmodestos acordes que entonaban los músicos alrededor de la mesa en la cual, se estaba sirviendo la variada y abastecida cena. Alberte, con sus ya setenta años de edad; cabellos largos, barba blanca y tal vez algo robusto, fue a reunirse a la mesa con su familia. Al dar media vuelta, una figura oscura y de lento aletear opaca a la luna que se mira desde el balcón.

Hacía el año 1315, poco antesde la era en que graves plagas y las guerras asolaron casi toda Europa. Vivía en una población cerca de Toulouse. La vida lo había bendecido con tres hijos y tres hijas de níveas pieles, claros cabellos y la Hermosura de la madre como herencia. Los Hijos tenían ya sus respectivas familias que abandonaron para esta reunión. Alberte convocó a sus seres queridos para festejar la séptima década desu vida. Algunos músicos continuaron con sonoras notas, sirvientes de piel morena servían los platillos y el más dulce de los vinos. El menor y más consentido de los seis hermanos, invitó a su padre a contar una de aquellas historias de cacería. Alberte, entrado estaba ya en carcajadas orgullosas, copas de vino y con pretensiones de héroe pronunció.

- Si, contaré una de aquellastenebrosas. En la cual, unos compañeros y yo, combatimos una terrible bruja…

Alberte fue silenciado por una escalofriante sensación. Un viento helado traspasó a todos en la habitación. La luz de la luna al igual que Alberte fue interrumpida y ahora se antojaba que esa luz fuera señal de muerte. Una silueta oscura se adentró por el balcón, haciendo que el momento se tornara abstracto cual sueño deterror. Alberte miró la piel blanca, el negro vestido, los también negros y largos cabellos de la mujer que acababa de aparecer.

La escalofriante fémina de negras y holgadas vestiduras, con ojos más negros aún, fue acercándose a la mesa. Pasó la mano por la espalda de Alberte a modo de gustoso saludo. Sonrió a los demás mirando a los ojos de cada uno incluyendo a los paralizados sirvientesy músicos. Habló con melodiosa voz.

- Alberte, perdona la interrupción. –Las palabras entonadas con sarcástica dulzura erizaban la piel. Los familiares se asombraron al escuchar el nombre pronunciado, pues no correspondía al del hombre al que conocían. –Daba un paseo, si, un paseo nocturno, cuando escuché el canto de tu repugnante voz. Sabes, esa historia que estabas por contar no megusta. Te propongo que nos cuentes una diferente, una de verdad y que clarifique por qué el destino nos une en este momento. La de hace más de cuarenta años, en la que una vez el tiempo se te detuvo.

Alberte en silencio lloró. De verdad su mente había borrado terribles recuerdos de hace muchos años. Era necesario ¿Como podría vivirse con el miedo a diario? Alberte recordó un contrapunto,comprendió que la mujer de negro, era capaz de cualquier cosa y seguro venía a cobrar cuentas.

- Familia, algunas veces os he mentido y fantaseado en mis historias. Pero, a continuación, contaré una cuyos protagonistas son esta herejía de criatura y yo. La he callado por mucho tiempo. –Alberte observó los negros y profundos ojos de la bruja. Mientras, hacía un silencio que pareció eterno....