El Hombre Entre Los Primates
Apuntes de Estudio
(Cap. 5 El estudio de la antropología)
El hombre entre los primates
Como el lector ha empezado a comprender el enfoque ecológico, podremos ahora remon-tarnos en el tiempo para ver cómo fue que la interrelación del medio cultural y físico dio lu¬gar al organismo humano. Las relaciones del hombre con otros animales hanconstituido una interrogante de permanente interés para la cien-cia. Desde que Darwin presentó por prime¬ra vez su teoría de la evolución, los hombres han especulado sobre la naturaleza de los es¬labones que faltan entre ellos y los otros pri¬mates. En primer lugar, es evidente que for¬mamos parte de la tendencia ininterrumpida hacia una mayor elaboración y complejidad que se ha venido dando durantemillones de años; por otra parte, nos vemos a nosotros mismos muy alejados del resto del mundo animal de¬bido al lenguaje, a nuestra conciencia y a nues¬tra organización social. Ningún otro animal repite chistes sobre las suegras o elige candida¬tas para Miss América. Aun cuando otros ani¬males (por ejemplo, los monos sin cola y los mandriles) pueden poseer rudimentos de cul¬tura, ninguno entre ellospresenta un compor¬tamiento cultural tan acabado como el Homo sapiens.
Considerando la falta de pruebas sobre el eslabón perdido, y convencidos de la singulari-dad de muchas de las características m~s signi-ficativas del hombre, muchos antropólogos han considerado que estas características son sólo consecuencia de la magnitud del cerebro huma-no. A su juicio, en algún punto crítico, el ce¬rebro delhombre evolucionó hasta alcanzar un tamaño y una complejidad suficientes como pa-ra permitirle hablar y fabricar herramientas, ofreciéndole así la posibilidad de crear y de transmitir normas de comportamiento. En es¬te estadio se habría creado una gran brecha que separaba al hombre de otros animales. Por el hecho de que entonces empleaba medios cul-turales en la lucha por la superviviencia, laadaptación biológica habría podido cesar hasta cierto punto.
Gracias a la continuada búsqueda de pruebas sobre la evolución humana, los antropólogos han podido desvirtuar esta teoría. Durante se-tenta años, los antropólogos físicos han acumu-lado los datos que en la actualidad son capaces de convencernos de que la capacidad cultural del hombre ha evolucionado gradualmente y no mediante unatransformación repentina. En 1921 fue exhumado el primer hombre mono (Australopithecus): criatura cuya estructura ósea era en ciertos aspectos muy semejante a la del Homo sapiens. Debió ser capaz de cami¬nar erguido, dejando así libres sus manos pa¬ra emplear herramientas y, seguramente, para fabricarlas. Por otra parte, su cerebro no era mayor que el del gorila, es decir, la tercera par¬te del cerebrohumano. Esta prueba sólo pue¬de significar que la evolución cultural estaba’ ocurriendo de manera concomitante a la evolu-ción biológica; «... insinúa que el sistema ner¬vioso del hombre no solamente lo capacita pa¬ra adquirir la cultura, sino que es totalmente indispensable que así sea si es que ha de fun-cionar. En lugar de que la cultura actúe úni-camente para completar, desarrollar y extendercapacidades org~nicas genéticamente anteriores a ella, parecería, por el contrario, que es inhe-rente a dichas capacidades. Probablemente un ser humano sin cultura resultaría ser, no un mo-no intrínsecamente talentoso, aunque incomple-to, sino un monstruo totalmente inconsciente y, en consecuencia, incapaz de funcionar. El ce-rebro del Homo sapiens, al igual que la coliflor a la que tanto se parece,no sería posible fuera de él (del Homo sapiens), ya que ha surgido (el cerebro) dentro del marco de la cultura hu¬mana (Clifford Geertz, «The Transition to Hu¬manity», en Horizons of Anthropology, editado por Sol Tax, 1964.)
Nuestra comprensión sobre las aptitudes bio-lógicas y culturales depende del conocimiento del lugar que ocupa el hombre en el reino de los seres vivos. Estamos ligados...
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