El hombre está llamado a cambiar la historia

El hombre está llamado a cambiar la historia

Frente a la realidad el hombre es un ser en el mundo, y esta intramundanidad le compromete a ser un agente de cambio. El hombre a diferencia del resto de la creación, tiene intención, vocación, libertad, y ejerce dichos rasgos connaturales a él, por lo que se enfrenta permanentemente a dilemas del orden ético y moral. El hombre tiene la facultaddel cambio, modela su entorno y lo adapta a su conveniencia, impacta con su accionar la vida de los otros, por lo que es inobjetable su llamado a cambiar la historia. Así, el hombre deberá asumir su responsabilidad de cambiar la historia, y hacerlo desde su ser solidario para beneficio del bienestar común, o su humanidad se irá perdiendo.

2.1 El concepto de solidaridad

Podemos definir lasolidaridad con una simple y llana frase: determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos, ya que todos somos corresponsables de todos. La solidaridad es un fundamento básico de la doctrina social cristiana y su concepción de la organización en todas sus dimensiones. Conlleva en sí misma la esencia de una doctrina social auténtica y humana. Esteprincipio de la filosofía social es uno de los pilares que toda organización, debe refrendar y promover para que camine a su verdadero fin. La solidaridad implica una relación de responsabilidad compartida, de obligación conjunta. La solidaridad es un concepto positivo, que entraña y revela un interés común por el bien del prójimo.

La palabra solidaridad proviene del latín soliditas, que refiere larealidad homogénea de algo físicamente entero, integrado y compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza. La teología cristiana adopta el término solidaritas, y lo aplica a la comunidad de todos los hombres, iguales todos por ser hijos de Dios, y vinculados estrechamente en sociedad. Entendemos, por tanto, que el concepto de solidaridad, para la teología, está estrechamente vinculadocon el de fraternidad de todos los hombres; una fraternidad que les impulsa buscar el bien de todas las personas, por el hecho mismo de que todos son iguales en dignidad gracias a la realidad de la filiación divina.

La Doctrina Social de la Iglesia entiende por solidaridad “la homogeneidad e igualdad radicales de todos los hombres y de todos los pueblos, en todos los tiempos y espacios; hombresy pueblos, que constituyen una unidad total o familiar, que no admite en su nivel genérico diferencias sobrevenidas antinaturales, y que obliga moral y gravemente a todos y cada uno a la práctica de una cohesión social, firme, creadora de convivencia. Cohesión que será servicio mutuo, tanto en sentido activo como en sentido pasivo”. Podemos entender a la solidaridad como sinónimo de igualdad,fraternidad, ayuda mutua; y tenerla por muy cercana a los conceptos de “responsabilidad, generosidad, desprendimiento, cooperación, participación”.

En esta era de la globalización y el consecuente “acortamiento de las distancias en la geografía mundial”, ha sido un factor que de alguna manera “ha puesto en boca de muchos” el vocablo solidaridad. Entonces al parecer las hambrunas en África sonfocalizadas en el escenario virtual y mental de mucha gente en el mundo, así como el Tsunami en Japón nos conmovió e impactó, por lo que se despierta un sentido solidario que en sí mismo es bondadoso, pero a la vez insuficiente.

Esta especie de conciencia solidaria cuasi-universal (que nos remite a la concepción MacLuhiana de la “aldea global” que profetizó desde el siglo pasado) lamentablementetermina por ser una expresión sentimentalista, o una buena intención contra las injusticias, las desgracias ajenas y las catástrofes naturales que afectan a los pueblos y las naciones, pero al mismo tiempo, desarrollamos cierta indiferencia para con nuestro hermano que observamos deambulando en la indigencia por las calles, sin techo, sin comida. Es decir, parece que en el contexto actual, la...